El sábado pasado, Manuel Díaz 'El Cordobés' resultó gravemente herido en el evento taurino que tuvo lugar en Huesca en honor a las festividades de San Lorenzo. El diestro tuvo que ser intervenido en la enfermería de la plaza "por una cornada en el triángulo de Scarpa derecho, con un trayecto superior externo y otro inferior interno de 20 centímetros, de pronóstico grave", de acuerdo con lo señalado por fuentes oficiales.
Pocos momentos después de este impactante episodio, Alba Díaz recibía una llamada que la informaba de lo sucedido. La joven regresaba de unas vacaciones en Mallorca junto a su madre, abuela y tía cuando recibió la noticia, y no dudó en desplazarse con celeridad para estar junto a su padre.
En este contexto, con su padre ya recuperándose en su casa de Sevilla después de haber recibido el alta hospitalaria, y tras mantenerse alejada de las plataformas digitales a raíz de lo acontecido, la hija de Vicky Martín Berrocal ha encontrado el momento adecuado para abrirse en canal con sus seguidores y compartir sus pensamientos después de días de profunda contemplación.
"Llevo días en shock, intentando asimilar todo lo que ha pasado por mi cabeza desde que recibí una llamada que me decía que mi padre había sido trasladado al hospital por una cornada que circulaba en vídeos por todas partes y mil mensajes en mi móvil", ha comenzado diciendo la influencer.
Sin titubear, tomó su teléfono y se puso en contacto con su psicóloga para obtener las herramientas necesarias que la ayudarían a lidiar con los momentos de angustia que estaba atravesando. "Llamé a mi psicóloga, mi mente no sabía descifrar cuál era el sentimiento exacto y por supuesto el miedo no me dejó ver más allá del bloqueo. Ahora estoy aquí, con mi padre tumbado en el sofá, con mi familia, viendo una peli, riéndome por nada y con un sentimiento de alerta y a la vez de fortuna que no se me va", continúa explicando.
Pues Alba Díaz se está preparando para afrontar lo que pueda deparar el futuro: "Hace tiempo que trabajo por gestionar mis emociones, para prepararme para todo lo que pueda venir sin perderme el sabor que deja el paso del tiempo cada minuto. Pero cuando la vida te pone por delante esa llamada, esa parálisis de tiempo, parece que todo se vuelve efímero y que no puedes hacer nada para evitarlo. Desde entonces pienso en que la vida no es más que eso. Un conflicto interno entre lo que disfrutamos y lo que nos paraliza. Entre la tormenta y la calma. Entre lo que amamos y lo que se esfuma".
Aunque es consciente de que, “por mucho que trabaje", esa llamada "siempre me paralizará. “Solo me queda ser consciente de que cada minuto en esta vida es un regalo y que no es lo que te sucede, si no cómo te tomas lo que te sucede. Solo me queda dar gracias a todos, empezando por los médicos que le han cuidado, a él por haber sacado la fuerza de la que aprendo cada día, a todos los que me habéis escrito y a toda mi familia por haber encontrado la calma, después de todo, mientras vemos esa peli que tanto nos gusta", concluye.