Comenzaron haciendo actuaciones modestas en distintos pueblos de Andalucía y, a mediados de la década de los 80, dieron su salto a la televisión nacional con sus primeros sketches y parodias. Desde entonces, Los Morancos se han convertido en personajes absolutamente imprescindibles, ya no solo del humor nacional, sino del imaginario popular colectivo. Los hermanos Jorge y César Cadaval llevan cuatro décadas triunfando con sus imitaciones. Pero, pese a ser dos de los rostros más conocidos del mundo del show business español, lo cierto es que siempre han guardado cierta discreción con respecto a su esfera íntima. Especialmente el menor de los dos, César. Analizamos quién es quién en la familia del humorista, que puedes conocer en detalle dando 'play' al vídeo que encabeza esta noticia.
Jorge sí se ha mostrado más abierto en relación a compartir su intimidad con el gran público. Desde hace años, es conocida su historia de amor con el actor estadounidense Ken Appledorn, que trabaja también en televisión y cuya vida en común suelen mostrar con naturalidad en redes sociales. Pero César ha sido algo más reacio a que el foco mediático recaiga sobre los suyos. Y lo cierto es que, si el círculo íntimo de los dos cómicos es muy amplio, el del pequeño de Los Morancos lo es especialmente.
Los dos artistas cuentan con una amplia red familiar, ya que los Cadaval eran, contando a ambos humoristas, seis hermanos en total. A César y Jorge se suman, por orden de edad, Juan, Diego, Carlos y Maite, la benjamina del clan. Los cómicos son, respectivamente, el cuarto y el quinto de la familia. La relación entre ambos, como siempre han manifestado, es excelente. Entre el resto de los Cadaval, el primogénito, Juan, se ha mantenido siempre lejos de los medios, y Maite, la pequeña, se dedica a la enseñanza de inglés, que promociona en su canal de YouTube. Los otros dos hermanos han fallecido: Diego en 2011, y Carlos en 2017.
En lo sentimental, Cesar está casado con Patricia Rodríguez desde hace más de tres décadas. La suya es una relación particularmente discreta, ya que su mujer es una completa desconocida para el gran público, alejada del mundo del espectáculo y cuyas redes sociales permanecen privadas. De ella se sabe, eso sí, que ha sido el amor de su vida, en sus propias palabras, y que ambos contrajeron matrimonio un verano de hace treinta y cinco años.
Fruto de la historia de amor entre César y Patricia han nacido sus hijos. Cuatro son los descendientes de la pareja. Por orden de edad, son Alfonso, César, Patricia y Marta. Pese a que no era lo que pretendían sus padres, todos han acabado teniendo trayectorias y vidas que, en cierta manera, les han hecho estar próximos al foco mediático. Ellos son los culpables de que el humorista se haya convertido en abuelo de cuatro nietos.
El primogénito es Alfonso, que se dedica a la tauromaquia desde hace ya una década, tomando la alternativa en su día d la mano de nombres de la talla de José María Manzanares y Morante de la Puebla. Le sigue César, el segundo, que no solo comparte nombre con su progenitor: también ha seguido, en cierta manera, sus pasos al apostar por la interpretación y el teatro (formándose en la reputada escuela de Juan Carlos Corazza), tras haber estudiado Publicidad y Marketing.
A sus dos hijos varones se suman las dos chicas de la familia. Marta es periodista y está implicada en la carrera de su padre, a quien le lleva algunos asuntos. En 2016 se casó con Jaime Núñez Mendo, representante del dúo. La benjamina de la familia es Patricia, quizás la de mayor exposición pública: licenciada en Comunicación, trabaja como reportera en televisión y desarrolla una intensa labor en redes sociales.
Completan la familia los nietos pequeños del matrimonio, de los que César suele presumir habitualmente en sus redes sociales. Carmen es la mayor, hija de Marta. a la que se suman Jaime, Ro y el más pequeño de todos, César.