Shakira se siente "como un gato con más de nueve vidas". Un año después de su ruptura con Gerard Piqué, la artista colombiana ha pasado por etapas como "la negación, la rabia, el dolor, la frustación, la rabia otra vez, el dolor otra vez...", cuenta en una intensa entrevista a Billaboard. Ahora siente que está en una etapa de "supervivencia" y de "reflexión" que coincide con su mudanza a Miami y la vuelta al colegio de sus dos hijos, Milan y Sasha.
Los dos menores, fruto de su relación de más de doce años con el catalán, están "muy bien" en Miami. La artista confiesa que con este cambio de residencia, Milan y Sasha ahora tienen "un sentido de normalidad" que en España era "muy difícil" conseguir. "En Barcelona les pesaba mucho ser “hijos de” y les pesaba mucho también toda la situación mediática. Teníamos los paparazzi en la puerta de la casa cada día, cada día. Aquí son niños comunes y corrientes que disfrutan de la normalidad, de lo que debe ser una escuela", ha contado la colombiana sobre uno de los motivos de su marcha a Estados Unidos.
Por su parte, Shakira todavía está "en proceso" de adaptarse a su nueva vida en Miami. La artista siente que ha perdido "la plasticidad cerebral con el tiempo" y que ha cambiado mucho desde la última vez que vivió allí, cuando tenía 21 años. "No había tanto tráfico", ha bromeado.
Su prioridad siempre ha sido "el hogar, la familia" y era firme creyente del "hasta que la muerte nos separe". Shakira creía "en ese sueño" para ella y para sus hijos, más aún después de vivir desde que nació la relación de sus padres, que han estado juntos 50 años y "se aman como el primer día". "Mi mamá no abandona el lado de mi papá. Han sido siempre mi ejemplo y era lo que yo quería para mí y para mis hijos, pero no se pudo. Si la vida te da limones, hay que hacer limonada. Y eso es lo que estoy haciendo: limonada", ha dicho la artista más sincera que nunca tras su separación.
Desde entonces está totalmente implicada en sus hijos. Con Gerard Piqué firmó un acuerdo para la custodia compartida de los menores. Es cierto que Shakira está con ellos la mayor parte del tiempo y son un número contado de días al mes más las temporadas vacacionales lo que el futbolista puede estar con sus hijos. "Por ejemplo, durante este verano, el tiempo que estuvieron conmigo, y que no estaban con el padre, estaba dedicada totalmente a ellos, sin trabajar. No fueron a ningún camp, por ejemplo. Van a Camp Shakira. Si voy a tenerlos solamente la mitad del tiempo, hacer de esa mitad lo más", ha contado sobre la custodia.
La artista colombiana, a raíz de quedarse embarazada, tuvo que poner su carrera profesional en un tercero plano y por eso recuerda que la última vez que sacó un álbum fue hace cinco años. Vivir en Barcelona por Piqué le limitaba mucho hacer colaboraciones con otros artistas, algo que ha cambiado desde que vive en Miami. "No digo que las cosas sean más fáciles para mí ahora. Ser madre soltera, y seguir con este ritmo de estrella del pop pienso que no es compatible a veces. Tengo que poner a dormir a mis hijos, ir al estudio de grabación, que ahora mismo no lo tengo en mi casa. Todo es cuesta arriba. Porque cuando no tienes al marido que se pueda quedar con los niños y esto, siempre voy como haciendo malabarismo. Me gusta ser una madre presente", ha contado en el medio citado anteriormente.
La artista ha sido muy sincera y generosa a la hora de confesar que "no" forma parte de ese club en este momento. Hay cosas que la hacen feliz, tiene momentos de alegría, pero también otros muchos "de tristeza y de nostalgia" que alimentan la música que está creando actualmente. "Es una pregunta muy corta para una respuesta muy larga. No creo que todo el mundo tiene acceso a la felicidad. Está reservada para un selecto número de personas y yo no puedo decir que soy parte de este club en este momento", ha explicado.