Eduardo Casanova se dio a conocer en ‘Aída’, interpretando el papel de Fidel, cuando todavía estaba en el instituto. Ha llovido mucho desde entonces y el actor es ahora también director y guionista, además de un personaje público que muchas veces ha ejercido de activista compartiendo experiencias difíciles que le ha tocado vivir por las críticas que recibe desde muy joven. Una pieza importante en su crecimiento personal y profesional ha sido, según él mismo ha confesado en numerosas ocasiones, su madre Teresa, que ha tomado parte en una de sus películas y ha aparecido en algún programa de televisión junto a su hijo.
“Cuando paso poco tiempo contigo es porque estoy escribiendo, y estoy escribiendo contigo en la cabeza. Tú estás en mi cabeza cuando trabajo, mamá”, le confesaba Eduardo en el programa ‘Cena con mamá’, que dirigía Cayetana Guillén Cuervo. Estando los tres sentados a la mesa, Teresa aseguró que su hijo había sido un terremoto de pequeño, pero un “niño muy bueno” y “buena persona”. La adolescencia del actor y director fue muy diferente a la de un chaval de instituto normal, como ambos han contado, algo con lo que la familia de Casanova ha lidiado siempre muy unida.
Ser famoso en la adolescencia no es fácil. Fotografías y autógrafos, eventos, y críticas, muchas críticas. Crecer en la pequeña pantalla como Fidel fue una experiencia divertida y enriquecedora, como ha confesado Eduardo muchas veces, pero también complicada por la exposición pública. En otro programa el actor se sinceraba con su compañera y amiga Toñi Moreno en una conversación espontánea. "Cuando yo fui a la comisaría a denunciar acompañado de mi madre y tuve que poner los audios que me habían enviado… Cuando vi la cara de mi madre escuchando esos audios, de repente me sentía culpable", le contó.
Durante su carrera como director, Teresa también ha estado muy presente, no solo en lo personal. En su película ‘La Piedad’, que protagoniza Ángela Molina, Casanova mandó fabricar un molde del cuerpo de su madre para una escena en la que la actriz principal aparece al desnudo dando a luz.
La amistad entre ambos traspasa la pantalla. “Somos la misma persona”, dice el propio Eduardo, que presume, como lo hace su madre también, de su buena relación y el apoyo incondicional que se brindan.