Tras más de una década juntos, el pasado 2019 Alejandro Sanz y Raquel Perera ponían fin a su relación sentimental. Una noticia que revolucionaba las páginas del papel couché, ya que eran una de las parejas más admiradas de la crónica social y, en concreto, de la industria musical. Después de haber puesto el broche de oro a su relación con una idílica boda en la finca extremeña del artista, fruto de su amor nacieron sus dos hijos en común (Dylan y Alma), por los que siguen unidos a día de hoy. De hecho, recientemente, demostraron que son dos ex muy bien avenidos cuando la psicóloga acudía como invitada al último cumpleaños del intérprete de Looking For Paradise. Días después del evento (en el que salía a la luz la amistad especial entre el protagonista de la noche y Mónica Cruz), Perera ha desvelado cuál es el secreto de su buena relación con el cantante y cómo afrontaron sus hijos la separación.
"Lo que le haga feliz, lógicamente a mí me hace feliz", ha reiterado una vez más Raquel Perera -refiriéndose a Alejandro Sanz- en su última entrevista para la revista 'Semana'. La empresaria ha concedido su reportaje más sincero en donde ha vuelto a destacar que, aunque en un principio su separación del cantante no fue fácil, ha aprendido a transformar ese amor que cambió su vida y que le dio lo más importante: sus hijos.
Desde el minuto uno en el que anunciaran su ruptura, Sanz y Perera tuvieron un propósito claro: seguir unidos como familia por el bienestar de los pequeños de la casa. Y así ha sido. ¿El secreto? El querer llevarse bien. "Cuando hay amor de verdad, se transforma. Los dos hemos estado de acuerdo en que lo importante son siempre nuestros hijos. Para que ellos estén bien, tiene que haber armonía", ha confesado la psicóloga en las páginas de 'Semana'.
Precisamente, y aunque en un primer momento no fue sencillo emocionalmente, Perera ha relatado cómo vivieron los pequeños de la casa el fin de su relación y cómo gestionaron ella y Sanz la situación con Alma y Dylan: "Han tenido que ver sus edades. A mis hijos no les voy a contar cosas que no pueden entender". Sin embargo, ha querido matizar que, "tampoco los engañaron".
Como muchas parejas separadas con hijos, la expareja explicó a sus descendientes que, "se iban a querer siempre", pero que, "el amor se transforma": "Les dijimos que ellos no iban a sufrir, ni nunca serían responsables. Y Alejandro, al margen de lo que pasara entre él y yo, nunca dejó de ser un padre excelente".