En enero de 2007 nació el primer hijo en común de Fabiola Martínez y Bertín Osborne. Kike llegó al mundo con una parálisis cerebral producida por la listeria que sufrió su madre durante el embarazo, una enfermedad que producen algunos alimentos y que es transmitida al feto a través de la placeta, aunque la madre no presente síntomas. "Cuando nació Kike nos dijeron que las probabilidades de que pudiera desarrollarse eran casi nulas. Después, que su esperanza de vida sería de dos años. Y nada de eso se cumplió", contó la exmujer del presentador hace unas semanas en los premios organizados por la Fundación Bertín Osborne.
Diecisiete años después de recibir ese duro pronóstico de vida de su hijo, la empresaria y el presentador celebran el cumpleaños de Kike. El joven cumple este 31 de enero 17 años y, aunque la celebración se aplazará unos días, Fabiola no ha dudado en compartir un emotivo mensaje y unas imágenes de cómo ha crecido su hijo mayor. "Amor de mi vida. En solo unos días cumplirás 17 años ¿Quién nos lo iba a decir? Y todo lo que nos queda por compartir y aprender, si Dios quiere", escribía la ex de Bertín el pasado fin de semana.
Hace tan solo unos días, en una charla con Pilar Vidal, Fabiola Martínez hablo como nunca de la vida actual de su hijo Kike. Según explicó su madre, el joven está "muy grande" y este año es "la primera vez que está escolarizado". "Antes no lo estaba, hacíamos mucha terapia con él en centros, pero no era oficialmente un colegio", contó la empresaria. Kike llevan tan solo unos meses en el colegio, pero los suficientes para que en su casa noten que está "más rebelde y reivindicativo". "Le están enseñando autonomía. Está en un momento tan adolescente que no se quiere duchar. Antes era más dócil. Ahora, no. Está reivindicándose. Estoy feliz", contaba orgullosa de la evolución de su hijo.
Actualmente, aunque le hablan de muchas cosas y le han contado el cambio de la fundación, Fabiola y Bertín no saben "hasta qué punto" su hijo es consciente. Kike tiene "mucha limitación en el lenguaje" y esta nueva etapa en la escuela tiene como finalidad enseñarle "otro tipo de comunicación". "Yo me empeñé tanto en que su comunicación fuese verbal, que nunca le enseñé otra manera de comunicarse. La tecnología ha avanzado y hay muchas formas, en eso está el colegio ahora. Empezaremos con pictogramas. Ahora le está cambiando la voz. Va a tener carácter, tiene a quién salir por los dos lados", comentó.
La cercanía de su mayoría de edad y el consiguiente cambio de su situación legal, que tendrá lugar en un año, ha provocado que el adolescente tenga que "empezar a hacer cosas nuevas", como explicaba su madre, algo que generaba cierto miedo en Bertín. "De manera consensuada", Fabiola y Bertín han decidido cambiar el nombre de la fundación - que ahora se llama Fundación Bertín Osborne - a Fundación Kike Osborne, para que pase a ser él el gran protagonista. "Lo esencial es que sea Kike el que dé la visibilidad", explicaron.