En los últimos años, el número de directoras españolas conocidas para el gran público ha crecido mucho. El reconocimiento a las últimas obras de cineastas como Carla Simón, Pilar Palomero o Estibaliz Urresola´, entre otras muchas, ha puesto de relieve el cine patrio hecho por mujeres, con escasa presencia y distinción hasta hace bien poco. Lo de Isabel Coixet siempre ha sido una excepción. El estilo personalísimo de la catalana, que debutó en 1988 con su primera obra, 'Demasiado viejo para morir joven', ha catapultado su reconocida trayectoria. En todos estos años, Coixet siempre ha estado muy arropada por su familia: analizamos quién es quién en su entorno íntimo.
La de Isabel (Sant Adrià de Besòs, 1960) es una de las carreras más aplaudidas del cine español. Después de tres décadas y media como directora, guionista y productora, acumula un buen puñado de galardones: ocho premios Goya (dos de ellos como directora), un Feroz, un Gaudí, dos Forqué, y el prestigioso Premio Nacional de Cinematografía, concedido en 2020. 'Cosas que nunca te dije', 'Mi vida sin mí', 'La vida secreta de las palabras', 'Ayer no termina nunca', 'Nadie quiere la noche' o 'La librería' son algunos de sus títulos más conocidos.
A todas ellas se suma su último largometraje, 'Un amor', estrenado en 2023. En ella adapta la aplaudida novela homónima de Sara Mesa (señalada como una de las obras del año por la crítica cuando fue publicada), que narra la huida de Nat, a quien da vida Laia Costa, al mundo rural, donde entablará una especial relación con un perro salvaje, Sieso, y con uno de los vecinos del pueblo, Andreas, interpretado por Hovik Keuchkerian. En los Premios Goya 2024, el filme opta a un total de siete nominaciones, incluida la de Coixet como directora.
Más allá de su cine, lo cierto es que la cineasta ha mantenido un perfil más bien discreto como personaje público. Aunque en varias entrevistas, así como en redes sociales, le gusta sacar pecho de los suyos, un entorno al que la unen fuertes vínculos. En más de una ocasión se ha referido a los orígenes humildes de su familia, señalando que en su casa se hizo un gran esfuerzo para que tanto ella como su hermano pudiesen estudiar.
De sus padres, muy interesados en la cultura, heredó también la pasión por el séptimo arte (de hecho, su abuela trabajaba en un cine). Isabel es hija de Joan Coixet, catalán empleado de la Fábrica Española de Confecciones y Victoria Castillo, ama de casa salmantina. Su progenitora es, de lejos, el miembro más conocido del clan. Con 90 años, Coixet destaca de ella su elegancia, su ilusión por las cosas y su espíritu juvenil, así como que se trata de una auténtica 'fashion victim'. La hija fotografió a la madre en una sesión para Harper's Bazaar, y es habitual verla en sus redes sociales, donde acumula un buen número de fans con sus reflexiones y su carisma.
Lo de la pasión por las cámaras parece ser una cuestión familiar. Es lo que se deduce del que hecho de que su única hija, Zoe Sala Coixet, que este 2024 cumple veintisiete años, se dedique también al mundo del arte: en concreto, a la fotografía. En su perfil de Instagram, donde muestra algunas de sus obras, reconoce que "colecciona almas". Entre sus imágenes destacan posados de su madre y de su abuela o de algunas actrices que ha dirigido Isabel, que ha dicho de la joven, a quien de niña se llevaba a los rodajes, que es "quien mejor la entiende".
Zoe es fruto de la relación que mantuvo Coixet con el productor musical César Sala. Conocido en el panorama musical indie como Chop Suey, este cantante, compositor, productor y DJ madrileño y se mudó a Barcelona junto a Isabel cuando nació su hija. No se sabe mucho sobre la pareja, aunque sí se sabe que rompieron tras una década juntos, y la directora ha reconocido en alguna entrevista que se llevan mejor "como amigos".
El último novio de la cineasta, que ha calificado sus amores de "bastante desastrosos" en una entrevista para Vanity Fair, es Reed Brody. Se trata de un rostro muy conocido, ya que es un famosísimo abogado especializado en derechos humanos. Neoyorquino de origen húngaro, ha sido exasistente del fiscal general en la ciudad de los rascacielos, portavoz de Human Rights Watch y en calificado como el "cazador de dictadores" por su trabajo en procesos contra Augusto Pinochet, y líderes dictatoriales en países africanos. El juez Baltasar Garzón, amigo común, les presentó en 2014. Aunque Isabel vive entre Barcelona, Madrid y Estados Unidos, ambos tienen su particular refugio en un pequeño pueblo francés.