Arantxa del Sol y Finito de Córdoba pasaron por el altar hace más de veinte años, razón por la que se han convertido sin duda en una de las parejas más estables del panorama nacional. Además de una bonita historia de amor, la modelo y el torero han construido a lo largo de los años una gran familia junto a sus dos hijos.
En julio de 2002, la pareja dio la bienvenida al mundo a su primera hija, Lucía, solo nueve meses después de contraer matrimonio. La joven, que ahora tiene 21 años, es todo un calco de su madre, de la que ha heredado su inconfundible estilo y belleza. Además, es una gran amante de los caballos y del campo.
En cuanto a sus estudios, Lucía no ha descartado en absoluto dedicarse al mundo de la moda, sin embargo, estudia Diseño Gráfico en la ESNE de Madrid. Durante sus tiempos de descanso de la universidad, la hija de la pareja dedica su tiempo a realizar otra de sus grandes pasiones, el voluntariado, que le ha llevado a cruzar el charco en distintas ocasiones hasta Argentina o Paraguay. Del mismo modo, en declaraciones a ¡Hola!, confirmó que no descarta realizar algún curso de interpretación ya que tiene pánico escénico y eso es “lo que más me frena".
Por sus 18 años, su madre compartió una publicación en las redes sociales en la que, además de afirmar sentirse muy orgullosa de ella, explicó que es “responsable, divertida, buena amiga y con ese punto rebelde, peleón, independiente, crítico y artista”.
Por otro lado, Arantxa y Finito tienen otro hijo en común, Juan. El adolescente, que nació en agosto del 2008, estudió hasta 2014 en un centro privado, católico y bilingüe situado en el centro de la capital. Ahora, continúa con sus estudios de educación secundaria, esta vez en Córdoba, ciudad a la que la familia al completo se mudó hace diez años para que el torero pudiera estar cerca del campo y alejado de los focos.
Por el momento, no se conoce cuál será su inquietud profesional en el futuro. Sin embargo, su madre confesó a Europa Press que siempre ha admirado mucho el trabajo de su padre y que apuntaba maneras como torero, además de ser muy parecido a él físicamente.