Rafa Nadal es consciente de que está en una de las últimas etapas de su carrera deportiva, no solo porque su cuerpo "parece que no quiere seguir", también por el cansancio mental. El deportista, en una charla con Ana Pastor para explicar su decisión de aceptar un contrato con Arabia Saudí, ha contado que "cada golpe y cada lesión es un retroceso en lo tenístico y en lo mental". Es por todo esto que el vaso "está muy llenito", pero el apoyo de su mujer le permite seguir actualmente dedicándose al deporte que le hace feliz.
Tal y como ha contado el deportista, a Mery Perelló le gusta que él siga jugando al tenis y le apetece "vivir esa experiencia de viajar" con el pequeño Rafa, el hijo que tienen en común y que nació hace 16 meses. "En eso sí que tengo un empujón positivo", ha asegurado sobre el pensamiento de su mujer.
Su vida está "muy vinculada al deporte" y para él es importante el día de mañana "poder seguir teniendo actividad física". Rafa Nadal empezó a jugar al tenis con tres años y a los ocho ya entrenaba como un profesional. Él es consciente de que su cuerpo "va a tener cicatrices" pero tiene la esperanza de que, cuando acabe la actividad física llevada al extremo, su cuerpo de readapte y pueda tener una vida "relativamente saludable".
Justo antes de ser padre, el deportista dijo públicamente que el nacimiento de su hijo no le iba a cambiar en lo profesional. En esta charla con Ana Pastor ha explicado que en aquel momento no se refería a que le fuese a cambiar a él, si no a que no iba a cambiar su carrera porque sabe cómo piensa su mujer. "A mí me cambia si tengo una pareja que no quiere viajar y se quiere quedar con nuestro hijo en Mallorca todo el rato. Yo soy una persona que le encantan los niños de toda la vida, toda la vida he querido ser padre y he tenido muchos primos. Yo estoy enamorado de los niños porque son espontáneos, inocentes... imposible que lo dijera en ese sentido", ha matizado.
En cuanto al futuro del pequeño Rafa, Nadal "preferiría que practicara otro deporte". Le duele decirlo por todo lo que le ha dado a él el tenis y confiesa que le apoyaría "100%" si eligiese ese futuro, pero "si juega a otro deporte, mejor".
En cuanto a la educación que va a aplicar con él, "es difícil" porque tiene 16 meses y todavía no se ha puesto en esa tesitura, pero a Nadal no le gustaría "ser el típico padre que justifica siempre a sus hijos para bien". "Si te riñen en el colegio, algo has hecho mal. Soy más de ese pensamiento, pero no estoy en esa tesitura aún", ha comentado.