El 13 de mayo de 2020, algo más de dos años después de haber sido diagnosticado de un cáncer, fallecía Aless Lequio, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio. Como ha relatado posteriormente, la noticia hizo que, en sus palabras, la existencia de la actriz y presentadora se apagase, llegando incluso a intentar quitarse la vida en un episodio que conocimos hace unos meses. Casi cuatro años después, el recuerdo del joven sigue totalmente presente en las apariciones públicas y las redes sociales de Ana. Así ha vuelto a quedar de manifiesto con su última publicación.
La situación de Obregón dio un giro de ciento ochenta grados en la primavera de 2023 con el nacimiento de Ana Sandra, la hija genética de Aless, gestada mediante subrogación en Miami. La bióloga explicaría, al conocerse la noticia de se había convertido en abuela, que volvió a la vida gracias a la niña, en cuyos cuidados está plenamente volcada y cuyo futuro tiene totalmente organizado. Esta nueva faceta de Obregón, de la que ha dado buena cuenta en entrevistas en el año que está a punto de cumplir la pequeña y que celebrará en los próximos días, no ha restado un ápice de importancia a a la figura de su hijo.
Aless está totalmente presente en el día a día de abuela y nieta, como la presentadora ha explicado y ejemplificado en su Instagram en muchas ocasiones. Precisamente en redes es donde habitualmente Ana suele hacer homenajes de forma mensual los días 13 de cada mes. Es la fecha en la que su hijo falleció, y se ha convertido en una cita ineludible con el recuerdo. En el último homenaje que le ha dedicado, ha rescatado, además, una fotografía inédita madre-hijo, tomada poco antes de que este comenzara la quimioterapia para tratar el sarcoma de Ewing que le habían detectado en 2018.
"Otro trece sin ti", ha comenzado la presentadora su texto en Instagram, reflexionando sobre las dos imágenes que ha adjuntado en la publicación, en las que se puede ver cómo ambos disfrutaban de tiempo juntos en Nueva York, donde Aless siguió buena parte de su tratamiento. En concreto, son instantáneas de abril de 2018, apenas un mes después del diagnóstico y un día antes de empezar la quimioterapia. "Si hubiera que poner un nombre a esta foto, la llamaría 'esperanza", ha apuntado Ana.
Sobre ese sentimiento ha seguido profundizando la actriz. Porque, según ella, desde ese día y todos los que le siguieron, la esperanza acompañó a madre e hijo "como una fiel amiga en ese terrible viaje en el que tú coraje y valor me dieron fuerzas". Ana ha concluido el post lamentando el final de su único descendiente: "No pudo ser.. y duele tanto que no existen las palabras para describir este dolor y la inmensa impotencia de una madre o un padre cuando no pueden salvar a su hijo", del que ha vuelto a decir que es el amor de su vida. La publicación de la comunicadora se ha llenado pronto de mensajes de ánimo y cariño para ella.