Hasta en tres ocasiones han pospuesto su boda Patricia Montero y Álex Adrover. Fue en 2017 cuando la pareja anunciaba a través de sus redes sociales que, después de diez años, se habían decidido a pasar por el altar. Sin embargo, la llegada de la pandemia y los posteriores embarazos de la actriz, han impedido que llegue la celebración de su enlace matrimonial. Sin embargo, tal y como han podido confirmar en varias ocasiones, la pareja pasará por el altar en 2024 y ya han desvelado algunos de los detalles: como el menú nupcial o el papel que tendrán sus dos hijas, Elisa y Layla.
En la cuenta atrás para convertirse en marido y mujer -tras siete años comprometidos- Montero y Adrover, por fin, pasarán por el altar este mismo año. En su última aparición pública, la pareja ha contado algunos detalles del que promete ser uno de los días más importantes de su vida. Ha sido la actriz la que ha desvelado, en primer lugar, que cuentan con un equipo de organización de bodas -más conocidos como wedding planners-: "No tenemos estrés, porque tenemos un pedazo de equipo que nos está organizando absolutamente todo".
Asimismo, el futuro matrimonio ha detallado algunos de los platos 'atípicos' que degustarán sus invitados: "Ese carro de queso no va a faltar y de ostras. ¿Sabes qué hemos pedido? Unos espetos de sardina. Más español que eso, imposible".
Además de ser los grandes protagonistas de ese día, la pareja cuenta con dos personas más que acapararán muchas miradas: sus hijas, que tendrán "un papel protagonista" el día de su paso por el altar, tal y como han desvelado: "Están súpercontentas, les hace mucha ilusión, especialmente el vestido que se van a poner". "¿Van a ir igual vestidas que tú?, ha bromeado el actor. "Eso es sorpresita para ti", ha respondido ella.
Fue en el 2017, en La Herradura, cuando la pareja decidía dar un paso adelante en su relación tras una década juntos, tal y como anunciaron en sus redes sociales y en el blog de la actriz, en donde dio todo lujo de detalles: "Tuvimos mucha suerte, el agua estaba cristalina, con mucha visibilidad. Una inmersión muy bonita y tranquila, hasta que algo llamó la atención de todos: una cajita de madera, que parecía un pequeño tesoro, apoyada en el fondo, a unos 5 metros".