La noticia de la semana, en lo que a la crónica social se refiere, la ha proporcionado Bertín Osborne. Más de cinco meses después de que Gabriela Guillén diese a luz a su primer hijo, el artista ha acabado por reconocerlo como suyo. Un inesperado giro que llegó en forma de comunicado conjunto, firmado por ambos, en el que primero asumía haberse equivocado en declaraciones pasadas y reconocía su responsabilidad con el menor. Horas después, daba un paso más, hablando literalmente de su vínculo paterno filial con el niño, despejando todas las dudas. El foco se puso entonces en su entorno. Su exmujer, Fabiola Martínez, fue preguntada al respecto, y, entre otras cuestiones, ha revelado si Kike y Carlos, sus dos hijos en común, saben qué ha pasado.
Desde que la fisioterapeuta paraguaya se quedó embarazada, en todo momento ha sostenido que el niño que esperaba era fruto de la relación sentimental entre ambos, que finalizó en la primavera de 2023. Bertín mantuvo una cierta ambigüedad siempre con respecto a dicha filiación: aunque no se llegó a pronunciar expresamente descartando que el niño fuera suyo, desde su entorno se reiteraba en la necesidad de unas pruebas de paternidad.
El pequeño, del que todavía se desconoce el nombre, y cuyo rostro no ha mostrado nunca su madre, nació el pasado 31 de diciembre, sin que hubiese contacto alguno entre sus padres. Y en enero Bertín concedía una polémica entrevista a la revista ¡Hola! en la que declaraba su intención de no ejercer como padre. Unas palabras que avivaron el conflicto con Guillén en las semanas posteriores. En mayor, Bertín daba un giro en su postura, al asegurar públicamente que "nadie tiene nada contra nadie" y que asumiría sus responsabilidades si así fuese necesario.
Así ha ocurrido finalmente, con la emisión del mencionado comunicado. En él, el sevillano admite haberse equivocado y no querer seguir haciéndolo, por lo que se compromete a dar las "mejores posibilidades" al niño en lo relativo a su futuro, un cambio de actitud total a lo expuesto hasta ahora. En el texto, se refería al niño como "el bebé que dio a luz Gabriela Guillén hace 5 meses", sin establecer directamente un vínculo de sangre con él. Horas más tarde, al hablar por primera vez ante los medios, era algo más explícito. "Es mío", admitía a la prensa.
Las primeras reacciones de sus tres hijas mayores o de su exmujer, Fabiola, han sido el objetivo inmediato de los reporteros. Martínez ha evitado profundizar demasiado en la cuestión, pero sí ha contestado. La venezolana ha admitido, por ejemplo, que el cantante le había hablado del tema antes de difundir el comunicado. "No lo valoré, simplemente lo agradecí que me lo comunicara con antelación a que salieran los medios", ha respondido al ser preguntada por su opinión al respecto al abandonar un evento y dirigirse a su vehículo.
Fabiola ha reconocido estar de acuerdo con el paso dado por su exmarido y padre de sus hijos. "Nunca es tarde para hacer las cosas bien", ha señalado ante la insistencia de los compañeros de Europa Press. Las preguntas se han dirigido también hacia el papel de Kike y Carlos. Martínez evitaba hablar de los niños, pero una de sus respuestas es reveladora con respecto a si saben de la nueva paternidad de su padre, y por qué. "¿Tú se lo has podido decir a tus niños?", se oye a la reportera preguntarle. "Eso le corresponde a su papá", era la respuesta de ella.
El mayor de los dos hijos de la expareja cumplió diecisiete el pasado enero. Kike nació con una parálisis cerebral desde que nació y la suya es una historia de superación en la que se han volcado sus padres. En los últimos meses, el joven ha comenzado una nueva etapa, yendo al colegio por primera vez y centrándose en su principal reto, la comunicación, con la mayoría de edad en el horizonte.
El benjamín de la familia, que cumplió quince años el pasado otoño, es un adolescente "muy maduro", que tiene una sensibilidad "especial", en palabras de su madre. Carlitos, como se le conoce en la familia, está muy pendiente de su hermano y su madurez ha provocado que Fabiola tuviese que buscar ayuda profesional para poder tener con él una relación acorde. El pequeño de los dos hijos de la expareja está totalmente centrado en los estudios, aunque no parece tener clara aún su vocación.