Icono para (más de) una generación, artista, actriz, bailarina y hasta escritora de éxito, compositora de renombre y referente en lo que a discurso social se refiere. Beatriz Luengo es muchas cosas y, dependiendo del tipo público, es conocida (y reconocida) por alguna o varias de ellas. Desde que saltase a la fama allá por mediados de la década de los dos mil, la madrileña se ha convertido en una figura muy aplaudida en cada uno de los retos profesionales a los que ha hecho frente. Más allá de todos ellos, tiene desde hace años otro importante desafío personal: el de ser madre de dos hijos, D'Angelo y Zoe, fruto de su relación con Yotuel Romero. En Divinity hemos hablado con ella de esta faceta.
En una entrevista concedida para este portal en el mes de abril, Luengo reconocía que prefiere estar en los medios cuando verdaderamente algo que contar. Por entonces, se trataba de la publicación de un nuevo libro, ''Hasta que se acaben las canciones', el segundo tras su debut en el mundo editorial con 'El despertar con las musas' en 2020. Una comedia romántica que, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el discurso y la propia carrera de la artista, cuenta con un marcado carácter social, narrando una historia de amor interracial que le ha servido para contar su propia relación con Yotuel.
La formada por Luengo y Romero es una de esas parejas que comenzó en un rodaje. En su caso, en el de 'Un paso adelante', el proyecto que puso en el mapa a ambos a nivel popular. Son ya, por tanto, dos décadas de relación sentimental (y también profesional, pues han sido habituales las colaboraciones y la implicación en la carrera del otro). Un tiempo en el que ha habido tiempo para dos bodas y, especialmente, para formar una familia.
Los dos artistas son padres por duplicado. En 2015 llego el primogénito, D'Angelo, y seis años después sería el turno de la benjamina, Zoe. De ellos dice, por ejemplo, en la dedicatoria de su nuevo libro, que le han permitido "amanecer dos veces". Junto a ellos y el cantante y actor cubano reside desde hace doce años en Miami por cuestiones profesionales, siempre con la idea de regresar a España rondando por su cabeza.
Sobre los pequeños, de ocho y tres años, respectivamente, hablaba en la mencionada entrevista concedida a esta web esta primavera. Más allá de repasar su trayectoria, su faceta como escritora o de explorar las distintas causas que defiende con firmeza en su obra artística, sea cual sea el formato, también hubo tiempo para explorar su papel como madre y para que la dos veces ganadora (y trece veces nominada) de un Grammy se sincerase sobre algunas cuestiones relacionadas con su descendencia.
Así, además de la forma de educarles o del impacto del racismo en su vida como niños mestizos, Beatriz respondió con respecto a la proyección mediática de sus hijos, toda vez que tanto ella como Yotuel son rostros tremendamente conocidos por el público. Como puedes ver en el vídeo que encabeza esta noticia, reconocía que la exposición de D'Angelo y Zoe le da miedo, y que por eso, y salvo excepciones muy puntuales, prefiere que no aparezcan en sus redes sociales. "Yo no soy nadie para contar la imagen de mis hijos, no son míos, no los tuve para poder controlar esa parte tan importante", aseguraba, reflexionando sobre la posible lastre que podría suponer para ellos si les exhibe y ellos no se sienten identificados con ello en el futuro.