Hace unos días, Sara Carbonero dejaba caer en sus redes sociales que daba comienzo a un importante nuevo proyecto profesional. Esta semana, finalmente, la periodista manchega revelaba finalmente que se embarca en un complicado viaje, "difícil, tanto física como emocionalmente", a Panamá. Una aventura que realiza de la mano de UNICEF, entidad de la que es embajadora desde 2019 y en la que se ha volcado en los últimos años, esperando remover conciencias. Ahora, la presentadora, ya en el terreno, ha compartido las primeras imágenes y las primeras impresiones de esta experiencia, teniendo un recuerdo para sus dos hijos, Martín y Lucas.
La de Corral de Almoguer ha protagonizado distintos titulares en los últimos días, precisamente a cuenta de sus últimas publicaciones en Instagram. Una imagen desde la habitación de un hospital fue lo que desató todas las alarmas, sin llegar a confirmar Sara si había tenido un problema de salud o simplemente acompañaba a alguien, como ya ocurriera hace unos meses tras un bache de su madre, Goyi Arévalo. Posteriormente, después de unos días de vacaciones en el pueblo toledano del que es oriunda, Carbonero se sinceraba sobre los diferentes retos a los que la vida la ha expuesto en los últimos tiempos.
Sara ha experimentado una importante montaña rusa recientemente. Mientras viajaba a América para embarcarse en el mencionado viaje, recibía una dolorosa noticia, que hace apenas unas horas compartía con sus tres millones de seguidores en la mencionada plataforma, tras la muerte de una persona próxima a ella, sin desvelar su identidad y refiriéndose a esta como la mujer "más buena y valiente que desafió a todos los pronósticos, la amante de la vida", en sus propias palabras. Y horas más tarde, ha vuelto a Instagram para transmitir sus primeras palabras sobre el mencionado viaje panameño.
La presentadora ha reconocido que aunque le habían hablado de lo que se vive en las Lajas Blancas, una zona indígena del país, "no te haces una idea real hasta que lo vives". Por allí pasan cientos de familias migrantes que atraviesan la selva del Darién "buscando un futuro mejor", llegando en muy malas condiciones. Es ahí donde UNICEF acomete su labor, y donde Sara está aprendiendo in situ cómo está siendo la acogida y la ayuda a madres, niños y bebés, "exhaustos, algunos enfermos y muchos con miedo", como ha explicado en un carrusel de imágenes.
Carbonero se ha sincerado sobre la rabia que le genera todo lo que está viendo, y las muchas injusticias a las que asiste. Ha reconocido que no puede describir las historias ni las miradas "que se te clavan pidiendo ayuda". Y en el extenso texto con el que ha acompañado a esa primera publicación con fotografías de su visita, ha tenido también una mención hacia Martín y Lucas, de diez y ocho años, fruto de su relación con el exfutbolista Iker Casillas.
Lo ha hecho al poner en valor esas "sonrisas de oreja a oreja" que la población local le está dedicando al hablarle de sus "niños". La periodista ha desvelado que una niña le pidió incluso que la llevase en su bolso con ella.