París concentra buena parte de la atención mediática en los últimos días, como sede de los Juegos Olímpicos 2024. La capital francesa, y las distintas sedes alternativas que acogen algunas disciplinas, está dejando un buen puñado de titulares, entre récords, proezas y gestas deportivas. España sigue adelante confiando en superar la cifra de medallas obtenida en las últimas citas, con la cifra máxima de veintidós preseas obtenida en Barcelona 1992. Hoy se han seguido sumando reconocimientos, como el obtenido por los chicos del K4 500 metros en piragüismo de velocidad. Su líder, Saúl Carviotto, se ha convertido en el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Repasamos cómo es la vida familiar del aplaudido piragüista: de su padre a su mujer Celia y sus tres hijas.
A hora de cierre de este artículo, son trece las medallas que ha obtenido la delegación española ya en esta edición, con dos oros, tres platas y ocho bronces, y otras tres a falta de definir cuando se cierren las correspondientes competiciones. La última ha sido el bronce que ha logrado el mencionado equipo de piragüistas, con Craviotto, Carlos Arévalo, el abanderado Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade. Se trata de la sexta medalla del ilerdense, que tenía en su haber dos títulos de campeón (uno de ellos junto a Cristian Toro), dos platas y otro bronce ya, y que marca así un importante récord.
Saúl lleva décadas dedicado al piragüismo, convirtiéndose en uno de los deportistas más laureados de la historia de España, sumando a los olímpicos varios títulos mundiales y europeos. Más allá del deporte, el público le ha conocido también gracias a distintas participaciones en formatos televisivos, como en 'MasterChef Celebrity', donde también se acabó alzando como ganador. Además de todo ello, Craviotto, de treinta y nueve años, es Policía Nacional, trabajando durante años en la comisaría de Gijón, una labor que ha podido compaginar con el deporte y con trabajos puntuales como modelo.
Pese a esta importante proyección mediática en distintos frentes, el catalán siempre ha preferido mantener un perfil público más o menos discreto en cuanto a lo personal, buscando el equilibrio entre presumir de los suyos y protegerles del foco mediático. Sus entrevistas o sus redes sociales nos han permitido conocer mejor a las personas próximas de su entorno.
Una de ellas es su progenitor, de quien heredó la pasión por el piragüismo. Manuel Craviotto, el padre de Saúl, practicaba también esta disciplina y, como su hijo, compitió con la selección española, inculcándole desde pequeño el amor por este deporte. El dos veces campeón olímpico pronto se contagió de su figura paterna, y a los quince años, siendo el pequeño de la familia (tiene dos hermanas mayores) dejó el hogar familiar e ingresó en un Centro de Alto Rendimiento, para disgusto de su madre.
En lo sentimental, Craviotto comparte su vida desde hace ya muchos años con su mujer, Celia García. La arquitecta, diseñadora y nutricionista goza también de una cierta proyección gracias a sus redes sociales, donde acumula más de cien mil seguidores y suele compartir recetas fáciles. A Celia le pidió la mano Saúl tras lograr la plata en Londres 2012, y se casó con ella en Asturias en 2013.
La pareja ha formado en estos años una familia numerosa con el nacimiento de sus tres hijas, Valentina, Alejandra y Olivia. En 2014, hace ya una década se estrenaron en la paternidad con la llegada de su primogénita. Tres años después, en diciembre de 2017, nacería la segunda, Alejandra. Finalmente, en noviembre de 2022 completarían el clan con el nacimiento de la pequeña Olivia.
Las niñas, que este año cumplen diez, siete y dos años y a las que puedes conocer mejor en el vídeo que encabeza esta noticia, suelen aparecer puntualmente en el perfil de Instagram de su padre. Su padre ya ha hablado de la posibilidad de retirarse del deporte competitivo para poder pasar más tiempo con ellas.