La herencia que recibirá el hijo de siete años de Liam Payne, Bear, tras su muerte

Liam Payne fallecía a los 31 años el pasado 16 de octubre tras caer desde el tercer piso del hotel de Argentina en el que se había alojado los últimos días. La muerte del exmiembro de One Direction ha supuesto una gran pérdida para la industria musical, así como para los seguidores tanto de la banda como del que el pasado mes de marzo lanzaba ‘Teardrops’, tema con el que presentaba su nueva etapa profesional. Del mismo modo, su círculo íntimo ha lamentado su pérdida a través de los diferentes comunicados públicos que han dejado en las redes sociales, entre ellos, el de Cheryl Cole, madre del único hijo del artista.

La herencia que recibirá el hijo de Liam Payne tras su muerte

 El 22 de marzo de 2017, tras un año de relación con Cheryl, Liam daba la bienvenida a su primogénito, quien recibía el nombre de Bear. Unos meses después, la pareja anunciaba que tomarían caminos separados aunque hacían una petición respecto al menor: “Todavía nos amamos mucho como familia. Bear es nuestro mundo y les pedimos que respeten su privacidad mientras atravesamos esta situación juntos", explicaban.

Aunque desde entonces Payne ha continuado viajando alrededor del mundo y recientemente había establecido su residencia en Miami y permanecía lejos de su hijo, que en la actualidad tiene siete años y vive junto a su madre en Reino Unido, ambos mantenían una estrecha conexión: "Lo veo dos veces por semana, a veces tres. Y me aseguro de que, cuando lo veo, él tenga el 100 por ciento de mi tiempo. Me aseguro de no estar con el teléfono ni perdiendo el tiempo en otro lugar", recalcó a People sobre su vínculo con el que definió como su “superhéroe”.

Tras la trágica muerte del cantante, han salido a la luz algunos detalles sobre la herencia que el pequeño recibirá y que ascendería hasta los 30 millones de libras (36 millones de euros), dinero que recaudó durante su pertenencia a One Direction tal y como ha confirmado Daily Mail: “Liam hizo arreglos para que su dinero fuera destinado a su único hijo. Le adoraba muchísimo y siempre quiso hacer lo correcto por él en términos económicos. Es un pequeño consuelo que a Bear nunca le faltará nada, que al menos eso le beneficiará”, habrían confesado al periódico algunos amigos del fallecido.

Los mismos también han descrito que el que se convertía en progenitor a los 23 años era "el padre perfecto" y que "no eludía la responsabilidad paternal, siempre le llamaba, hablaban mucho entre ellos y lo veía tanto como podía".