Las otras pérdidas familiares que tuvo que afrontar Paz Padilla y de las que aprendió sobre la muerte

Difícil momento el que atraviesa actualmente Paz Padilla. La presentadora y actriz ha tenido que hacer frente a la repentina muerte de su hermano Luis, al que estaba estrechamente unida. Fue en la mañana del domingo cuando se producía el fallecimiento, del que, por ahora, todavía se desconocen públicamente las causas. La gaditana se encontraba en Tarragona este fin de semana debido a compromisos profesionales, que tenía que cancelar al recibir la trágica noticia, regresando rápidamente a Andalucía para rodearse de su familia. Un clan en el que, tristemente, se han seguido varias pérdidas en los últimos años. Repasamos los duros varapalos a los que ha tenido que hacer frente Paz.

Luis, el hermano de Paz Padilla y su ojito derecho"

La humorista y empresaria nació en el seno de una familia numerosa. Además de a ella, sus padres, Luis y Dolores, tuvieron otros seis hijos, los hermanos de Paz, su "gran tesoro". Aunque alejados de la primera línea mediática en la que ella se ha movido desde hace casi tres décadas debido a su desempeño profesional, sí han trascendido datos sobre ellos. De Luis se sabe que regentaba un conocido chiringuito, 'El Trompeta Beach', en Zahara de los Atunes, en plena costa gaditana, desde hacía más de una década, cesando su actividad hace más de un año, cuando no le renovaron la licencia.

Padilla había dicho en alguna ocasión de su hermano era su "ojito derecho", presumiendo en redes sociales del fuerte vínculo entre ellos, además de aparecer brevemente en televisión, durante una entrevista a su hermana en 'Mi casa es la tuya'. Al trascender la noticia de su fallecimiento en la tarde del domingo, en 'Fiesta', amigos y personas cercanas a la presentadora como Emma García o Kike Calleja destacaban que Luis y Paz compartían un característico sentido del humor.

La muerte de su madre, Lola, "la mujer más fuerte"

Lo cierto es que Paz ha tenido que hacer frente a dolorosas pérdidas en los últimos años. 2020 fue, en concreto, su año más complicado. En el mes de febrero fue cuando la presentadora tuvo que hacer frente a la muerte de su madre, Dolores Díaz, a los noventa y un años, después de haber sido ingresada y operada tras haberse fracturado la cadera. La matriarca del clan, que había sido limpiadora en la universidad, estaba tremendamente unida a su hija y a su nieta, Anna Padilla, y de hecho, las tres generaciones habían posado unidas en Instagram en alguna ocasión. Paz decía de su madre que era un referente y la mujer "más fuerte" que ha conocido. Su progenitora, Doña Lola, presumía orgullosa de la cómica, llegando a intervenir en televisión para mostrar su alegría, por ejemplo, cuando fue elegida para presentar las campanadas de Nochevieja para Mediaset.

El adiós a su marido, Antonio, y las lecciones aprendidas

Pocos meses después, en julio de 2020 llegaba otro momento trascendental en la vida de Padilla: el fallecimiento de su marido, el abogado Antonio Juan Vidal, a los cincuenta y tres años. Antonio, al que conoció de joven, y con el que volvió a conectar años después, casándose en 2016, había sido diagnosticado de un cáncer, concretamente un tumor cerebral, un año antes. Un tiempo que aprovechó para disfrutar de los últimos momentos junto a él y que le sirvió para cambiar su concepción sobre la muerte ("con respeto, admiración y aceptación", en sus propias palabras) y extraer más de una lección, como posteriormente ha relatado en su libro, 'El humor de mi vida', o su obra de teatro homónima. La gaditana ha asegurado en más de una ocasión que un varapalo así "nunca se supera", pero que aprende a convivir con ello y a recordar a Antonio "con amor".

La pérdida de sus suegros con semanas de diferencia

Menos de un mes después de la marcha de su marido, Paz tenía que hacer frente a otra pérdida: la de la madre del abogado, su suegra, Ana Isabel Agarrado. Fue en agosto de 2020, en un momento muy complicado para la actriz, cuando fallecía la progenitora de su gran amor, que había sido de joven profesora de educación física. No sería la última pérdida en aquel 'annus horribilis' que atravesó la familia: apenas una semanas después fallecía también su suegro tras haber contraído covid. "Muy fuerte. Cuatro pérdidas. Dices: '¿Y otra más? Pero la vida se ceba con todos", aseguraba tiempo después en una entrevista para la revista ¡Hola!

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