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El pasado domingo salía a la luz la noticia del fallecimiento de Luis, el hermano de Paz Padilla a los cincuenta y siete años. La noticia de la pérdida familiar le cogía lejos entonces a la presentadora, que se encontraba en Tarragona con su obra de teatro, 'El humor de mi vida'. En solo cuatro años, la gaditana ha tenido que hacer frente a varias pérdidas muy cercanas, como la muerte de su madre, con la que estaba muy unida o la de su marido, Antonio Vidal, que fallecía solo meses después de su progenitora por un cáncer.
A pesar del duelo, la de Zahara de los Atunes siempre se mostró muy positiva en cuanto a estos momentos tan difíciles de la vida, pues consideraba que la muerte era un paso para la enternidad y que, con lo que se quedaba -en ambas pérdidas- era con el amor y los momentos vividos. De hecho, tras la muerte del amor de su vida, la presentadora celebraba un funeral en donde no faltó la música e incluso bailes -algo por lo que en ocasiones ha sido criticada-.
Ahora, cuatro años después de la última pérdida familiar, la comunicadora y humorista ha despedido a su hermano en Zahara de los Atunes, su tierra natal y en donde Luis, además, tenía un conocido chiringuito a pie de playa llamado 'La Trompeta'. Un día después de su despedida en la localidad gaditana, ha sido precisamente su hija, Anna Ferrer Padilla la que ha querido despedirse de su familiar con un emotivo vídeo junto a su madre y una de sus tías. ¡Te contamos todos los detalles!
Si por algo se caracteriza la familia de Paz Padilla es por la unión que hay entre ellos. De hecho, la humorista siempre ha presumido de cómo, ante las adversidades, han sido todo un equipo. Si cuando falleció su marido, la comunicadora se desplazaba hasta la playa gaditana para recordarle en un atardecer, de la misma manera lo ha hecho con su hermano.
Hace solo unos minutos Anna, su única hija, ha compartido un emotivo vídeo en sus redes sociales en el que ha rendido homenaje a su tío con un vídeo desde el chiringuito del que era propietario junto a su madre y a una de sus tías. "El vacío que dejas es incalculable. Pero, ¿no es eso el propósito de vivir? Vivir intensamente y dejar huella cuando te vas. Eso has hecho tú trompeta, vivir mucho y llenarnos a los todos de alegría y amor. El legado que dejas es demasiado grande. Ahora nos toca aprender a vernos en cada atardecer en el Trompeta y brindar por ti", ha escrito la joven.
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