Lucía Serrano, la hija mayor de Arantxa del Sol y Finito de Córdoba, ha concedido una entrevista a Vanitatis en la que habla de su infancia. A sus 21 años, Lucía es consciente de que su padre (torero de profesión) "se juega la vida" cada vez que va a trabajar, por eso considera que es "una profesión muy dura" que les hace apreciar cada minuto que pasan con él y cada instante que vive en familia.
Desde pequeña pinta y, como lo que más le inspira del mundo es su padre, Lucía comenzó a hacerle retratos entonces y lo mantiene en la actualidad, aunque lo hace "por etapas". Lucía Serrano siempre va a ver a su padre antes de salir a torear, le enfunda en su traje de luces y le admira. "Lo que no puedo es verlo en las retransmisiones en televisión. Cuando no estoy allí, me produce mucha ansiedad pensar que puede ocurrir algo y no estar presente", ha contado en su entrevista a Berenice Lobatón.
Nueve meses después de su boda, Arantxa y Finito dieron la bienvenida a Lucía, su primera hija. A través de sus redes sociales la joven ha hecho público que tiene desde hace dos años una relación y que le gustaría tener un amor como el de sus padres. "Después de tantos años se miran como el primer día", confiesa al medio citado.
Con motivo de su mayoría de edad, su madre compartió en redes un post en el que, además de afirmar sentirse muy orgullosa de ella, la definía como una mujer “responsable, divertida, buena amiga y con ese punto rebelde, peleón, independiente, crítico y artista”. Seis años más tarde, en 2008, nació Juan, el segundo hijo del matrimonio. El joven estudia educación secundaria en Córdoba, ciudad a la que la familia se mudó para que Finito pudiera estar cerca del campo y alejado del revuelo mediático.
De él, el más desconocido del clan, ha hablado su hermana en la entrevista al medio citado. Lucía Serrano comentaba que vivió como hija única hasta que nació su hermano. "Desde que tengo uso de razón, le pedía a mis padres que quería un hermano. Tengo la imagen de cuando a mi madre le hicieron la ecografía y nos dijeron que era un niño. Me puse a abrazar a mi padre y a gritar de la emoción", ha recordado la joven.
A pesar de los seis años de diferencia que hay entre ellos, Lucía asegura que le siente como "un hermano mayor" porque es "muy inteligente, tiene bondad y se entera de todo", asegura la hija mayor del matrimonio.
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