Llevan años siendo una de las parejas más destacadas de la crónica social española. La unión entre dos figuras de la proyección pública de una presentadora y un torero tiene un irresistible atractivo para el cuché, y así se ha demostrado en las dos décadas y media de relación que mantienen Arantxa del Sol y Finito de Córdoba. Un tiempo en el que la exposición mediática del matrimonio ha variado, siendo este, tras la participación de ella en 'Supervivientes' y las tramas que se han derivado de esta, uno de sus momentos de mayor interés en la pareja. Repasamos la cronología de la relación sentimental entre ellos, con sus mejores momentos y los problemas que han afrontado.
El paso de la actriz por el mencionado concurso de supervivencia de Telecinco ha disparado la atención sobre Arantxa y Finito, dos de los clásicos de la prensa rosa desde que saltasen a la fama allá por comienzos de la década de los años noventa, respectivamente, gracias a sus trabajos en la pequeña pantalla y las plazas de toros. Tras una larga temporada con un perfil publico más discreto, el regreso de del Sol a la televisión les ha devuelto en el foco. Para resolver algunas de las cuestiones pendientes del reality, como su enfrentamiento con Ángel Cristo Jr. o la relación de la pareja de este con su marido, la actriz y presentadora se sienta hoy en el plató de '¡De viernes!'
Fue hace más de treinta años cuando Arantxa y Finito se conocieron por primera vez. Ocurrió de forma casual, durante un partido de fútbol benéfico entre artistas y toreros en el que ambos participaron. Pero no se despertaría la chispa entre ellos hasta que se volviesen a ver las caras en un segundo encuentro, cinco años después. Entonces, volvieron a coincidir frente a frente, durante la grabación de un especial navideño del programa 'Furor'. Una amiga de ella y la representante de él hicieron las veces de celestina y, poco después, comenzaría una historia de amor que generó mucho interés en las revistas y los programas entonces.
Desde entonces, la pareja ha vivido importantes hitos vitales. El primero de todos ellos, su esperada boda, celebrada en 2001, en la Iglesia de Santa Marina, en Córdoba, y ante ochocientos invitados, en un día lluvioso y con Arantxa vestida de Lorenzo Caprile y llegando una hora tarde. Un enlace que protagonizó la portada de la revista ¡Hola! y que generó una gran expectación, en una época en el que las bodas de las celebrities se convertían, casi, en cuestión de Estado.
Los nacimientos de sus dos hijos han sido momentos fundamentales también para la pareja. La primogénita, Lucía, llegó al mundo en julio de 2002, y acaba de cumplir veintidós años, recibiendo las felicitaciones de sus padres en redes sociales. La joven estudia Diseño gráfico y multimedia en Madrid, y ha obtenido una cierta proyección por la defensa a su madre en los platós durante su paso por 'Supervivientes', o por su labor en redes sociales. El benjamín es Juan Rodrigo, que nació en agosto de 2008, cinco años después de su hermana. Menos conocido que ella, está centrado en sus estudios pero sigue con atención la carrera de su padre en los ruedos. La relación entre padres e hijos es, como han contado en muchas ocasiones, inmejorable.
Pero en este tiempo ha habido también, lógicamente, momentos peores. Más allá de su boda, sus hijos y la magnífica relación que mantienen y de la que siempre han hecho gala públicamente, la pareja ha atravesado situaciones más complicadas. Así, por ejemplo, del Sol se ha sincerado en los últimos meses con respecto a su faceta laboral ya que, antes de 'Supervivientes', había estado mucho tiempo alejada de la televisión. "Nunca me retiré. Esa es la verdad", resumía, reconociendo que desde su boda con Finito le dejaron de llegar llamadas y ofertas.
Asimismo, ha habido palabras también sobre las diferencias y problemas que han vivido como pareja y como familia. La presentadora reconocía en Honduras, preguntada por el éxito de su longeva relación, que no había sido "fácil", y que se encuentra "mejor que hace años" con su marido. El año pasado, en una entrevista para ABC, admitía también haber tenido "diferencias", "bronquillas y reconciliaciones" relacionadas con cuestiones de la convivencia a las que quitaba importancia. Incidía en la charla con el citado diario en que, con el tiempo, han ido "a mejor como pareja", y confesando que sus mayores broncas han tenido que ver con los niños, ya que el torero quería pasar tiempo con ellos, provocando que perdiesen clases.
A todo esto se suma el capítulo más reciente, derivado del mencionado paso de Arantxa por el reality. El interés en el matrimonio fue desorbitado en dichas semanas y un par de cuestiones centraron la atención mediática. Por un lado, el incidente entre ella y Ángel Cristo por el que la presentadora llegó a las manos. Por otro, la trama derivada de la relación entre Finito y la pareja de Ángel, Ana Herminia, a quien conocía de hace años y cuyo vínculo se analizó con lupa. Aunque se aseguró que atravesaban un "momento complicado" por todo lo mencionado, hace unos días el diestro descartaba una posible crisis. "Estamos muy bien, gracias a Dios", declaraba a la prensa.