Han pasado doce años del nacimiento de Blue Ivy, la hija mayor de Beyoncé y Jay-Z. A diferencia de los gemelos Rumi y Sir Carter, que nacieron en 2017 y son contadas las ocasiones en las que les hemos visto, Blue sí que es una gran protagonista de las alfombras rojas. Tras el escándalo que se ha hecho público en las últimas horas por la acusación de agresión sexual a Jay-Z, la familia ha posado unida en el preestreno de 'Mufasa: el rey león', la película de Disney en la que la hija mayor del matrimonio ha participado.
La hemos visto participar en la gira 'Renaissance World Tour', también la hemos visto protagonizando 'Brown Skin Girl', el videoclip con el que consiguió el premio a 'Mejor Vídeo Musical' en los Grammy y ahora ha debutado en el cine poniendo voz a Kiara en segunda parte de 'El Rey León'. Este ha sido el especial motivo por el que Beyoncé y su marido han posado junto a su hija en la alfombra roja. La mejor ha elegido un vestido largo de color dorado, con corte de princesa y corsé en forma de corazón. El pelo suelto y muy rizado, con mechas rubias que le dan luz a su melena. La joven Blue también se ha maquillado para la ocasión, luciendo unos ojos oscuros con sombras marrones y los labios con un toque rojo y mucho brillo.
Por su parte, Beyoncé, que ha posado públicamente con su hija mayor, elegía un vestido negro repleto de círculos dorados, un llamativo escote abierto y una falda ceñida con abertura prácticamente desde la cadera. Jay-Z, que también ha posado con su mujer y su hija, optaba por un traje en color granate oscuro, una corbata negra y una camisa blanca.
A través de las redes sociales, Beyoncé ha compartido imágenes de su hija en este evento y ha aprovechado para felicitarla públicamente: "Mi hermosa niña. Esta es tu noche. Trabajaste duro e hiciste un trabajo tan hermoso como la voz de Kiara. Tu familia no podría estar más orgullosa, sigue brillando".
En las últimas horas, Jay-Z ha sido acusado de agredir a una mujer en el año 2000 junto a Sean Combs, más conocido como Puff Daddy, que fue detenido el pasado mes de septiembre tras enfrentarse a una pena por tráfico sexual y chantaje. Según la mujer, ella se situaba en la entrada del icónico Radio City Music Hall de la Gran Manzana cuando un chofer de limusina se le acercó y le afirmó que "encajaba con lo que Diddy estaba buscando". Tras recibir la invitación a la fiesta, la mujer habría firmado (siempre según su versión) un documento de confidencialidad y posteriormente le habrían ofrecido una bebida con droga en su interior. En el mismo lugar se encontraban decenas de invitados que, según la denunciante, no hicieron nada por impedir la agresión sexual en la que el marido de Beyoncé y Diddy iban "turnándose".
Este pasado lunes, a través de su cuenta de X, Jay-Z negaba los hechos mencionados y aseguraba que se trata de un "intento de chantaje" por parte de la mujer. "Estas acusaciones son tan atroces que les imploro que presenten una denuncia penal, no civil. Quien quiera que cometa semejante crimen contra un menor debería ser encarcelado, ¿no les parece? Estas presuntas víctimas merecerían justicia real, si ese fuera el caso", decía en su comunicado. Para terminar, el rapero comentaba que el abogado de la demandante habría "calculado que la naturaleza de estas acusaciones y el escrutinio público" le harían "querer llegar a un acuerdo". "¡Todo lo contrario! Me ha hecho querer exponerlo como el fraude que es de la manera más pública posible. ¡Así que no, no le daré ni una sola moneda!", terminó asegurando.
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