Los más de tres millones de seguidores de Sara Carbonero están muy acostumbrados a que la periodista se refiera a su vida personal, generalmente, a través de reflexiones e ideas en sus publicaciones. La manchega suele preferir que su esfera privada quede al margen de la mediática: así lo ha hecho en lo relativo a sus novedades sentimentales y familiares desde que, hace una década y media, pasase a ser un rostro conocido gracias a su trabajo en televisión. Pero, de vez en cuando, hace algunas confesiones de forma poética e introspectiva en su perfil de Instagram: así lo ha hecho en los últimos meses y así ha ocurrido en las últimas horas, cuando ha reflexionado sobre su momento vital mientras acompañaba a su hijo Martín durante sus actividades.
La de Corral de Almoguer (Toledo) prefiere que también sus dos hijos, Martín y Lucas, nacidos en enero de 2014 y en julio de 2021, de once y tres años actualmente, permanezcan alejados del foco, pero también les incluye puntualmente en sus publicaciones. Aunque hay excepciones, como un post reciente felicitando a su primogénito por su decimoprimer cumpleaños, generalmente se suele referir a ellos con menciones indirectas y pensamientos más abstractos, protegiendo habitualmente su privacidad. Es así como hemos podido ir comprobando, por ejemplo, cómo han ido creciendo, cuáles son sus personalidades o sus aficiones. La carrera deportiva de Martín, que sigue los pasos de su padre, Iker Casillas, en las categorías infantiles del Real Madrid, suele tener una cierta presencia en sus redes.
Así ha ocurrido en las últimas horas, cuando ha querido reflexionar sobre sí misma, sobre ellos y sobre sus emociones, mientras hacía tiempo durante los entrenamientos de su hijo mayor en la ciudad deportiva del club blanco. En sus propias palabras, "cosas que se pueden hacer en la cafetería […] mientras fuera llueve a cántaros y las otras mamis-amigas no han venido hoy". Sara ha realizado una lista de ocupaciones con las que ha estado matando tiempo, como responder mensajes atrasados, comprar muebles de almacenaje para poner orden en su casa, pensar en posibles escapadas y conciertos, y "dejar volar en manada todos los pájaros" de su cabeza, como ha narrado.
Esto último, según el largo texto que ha compartido en su perfil, acompañando una imagen de sí misma mientras esperaba durante los entrenos de su hijo, suele ser, en sus propias palabras, "casi siempre" la opción por la que se decanta en situaciones así. Y precisamente por ello ha empezado a poner en palabras los pensamientos que se le han ido acumulando. Carbonero reconoce que es una persona "muy de compartir emociones, preocupaciones, sentimientos, canciones, tristezas y alegrías", pero admite que últimamente disfruta bastante de estos ratos de "soledad e introspección" porque considera que "algunas cosas se colocan".
La presentadora reconoce las complicaciones y dificultades en su vida actual, confesando que, "con dos niños pequeños y el ritmo frenético de nuestra querida Madrid, no siempre es fácil". Sara admite que algunas noches llega a cama "con la energía justa" y cae "al momento", y que ha aprendido, con el tiempo, a estar en silencio sin hacer nada especial ni prestar atención a su teléfono, concentrada en sí misma, en su respiración y en el momento presente.
La periodista ha compartido los versos de un poema del escritor uruguayo Eduardo Galeano, sobre "la gente sentipensante, que no separa la razón del corazón, que siente y piensa a la vez". Y ha apuntado que considera que este tipo de personas, al igual que "las almas heridas y sensibles", se reconocen entre ellas. Para concluir, ha bromeado sobre la profundidad de sus sentimientos: "La próxima tarde tiro de Candy Crush, que tampoco está mal bajar la intensidad y dar descanso a esta cabecita". La publicación se ha llenado pronto de mensajes de cariño y de muestras de gratitud por haber compartido de forma sincera todo lo que se le pasa por la cabeza.
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