Este jueves, 20 de febrero, Luis Rubiales ha sido condenado por la Audiencia Nacional como consecuencia de su beso sin consentimiento después de la final del Mundial de 2023 a Jenni Hermoso, hacia quien el juez le ha impuesto la prohibición de acercarse en un radio de 200 metros. Del mismo modo, el expresidente de la federación de fútbol deberá pagar una multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual.
Desde que fuera inhabilitado por la FIFA el 26 de agosto del año citado y dimitiese el 10 de septiembre del mismo, el exdirigente deportivo se ha mantenido arropado por su familia, donde es padre de tres hijas junto a la que fuera su mujer, Manuela Delicado Vega.
Luis estuvo casado con Manuela Delicado Vega, abogada de oficio y de quien se divorció hace unos años. Sin embargo, aunque de ella se conocen muy pocos detalles, sí que es sabido que fue madre junto al exfutbolista de tres hijas, a quienes el anterior ha hecho referencia en numerosas ocasiones a lo largo de entrevistas o ruedas de prensa en las que ha mostrado su admiración hacia ellas.
“Mis hijas son muy fuertes, más fuertes que yo. Yo me considero un tío fuerte, pero lo de mis hijas no es normal”, confesó durante una charla con Risto Mejide en ‘Viajando con Chester’. Es en el mismo lugar donde Rubiales ofreció más detalles con los que revelaba algunos aspectos de la personalidad e intereses de Lucía, Ana y Elena.
Acerca de la mayor, explicó que estudiaba Historia del Arte y que es “muy sensible y con compromiso” sobre sí misma y también hacia la sociedad. De la mediana, a quien señaló como la más parecida a él, afirmó que tiene “una inteligencia bestial” y es “muy reivindicativa”.
Elena, además, ha seguido sus pasos en el fútbol, disciplina en la que no ha dudado en mostrar el referente que su progenitor ha supuesto para ella vistiendo la camiseta con el mismo dorsal que él portó durante su paso por el Levante UD o el Alicante CF.
También en el formato de Cuatro, Luis se sinceraba acerca de algunos de los instantes más duros de su vida personal como al que tuvo que hacer frente cuando una de sus hijas sufrió una caída que le llevó al hospital con un grave pronóstico: “Lo pasé fatal. Fue grave, una conmoción, y tenían que taladrarle el cerebro. Al final, gracias a Dios, no hizo falta. Lo tenía al lado del cerebelo y estuvo a nada de morir”, relató.
Tras permanecer dos semanas ingresada, los médicos explicaron a sus padres que siempre iba a tener “una parte y en una zona y otra cerca del cerebelo que va a estar con una especia de edema y se iba a quedar así pero se iba a quedar bien” tal y como el exdirectivo expresó en unas declaraciones en las que recordó sus paseos por el centro con su descendiente, quien era incapaz de andar y “solo podía mover una pierna”.
Entonces, Rubiales reveló que desde que se convirtió en padre descubrió “un nivel de amor diferente pero sobre todo, el miedo” al que se vio obligado a plantar cara en ocasiones como la anterior. Es por esta razón por la que aseguraba que lo único que le importaba en la vida es que las de su clan estuvieran sanas: “Cuando me cae lo que me cae, pues que me caiga, me da igual. No es que me dé igual. Me gustaría que todo el mundo me dijera que soy un fenómeno pero me da igual. Ahora mis hijas están sanas”, sentenció en su conversación con Risto.
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