Nuria Roca y Juan del Val son uno de los tándems más populares de la televisión. Si antes se podían contar las ocasiones que aparecían juntos en la pequeña pantalla, ahora es muy complicado ver a uno sin el otro en cada una de sus intervenciones públicas. Por esta razón, cuando uno falla a su puesto de trabajo, los espectadores se percatan mucho más rápido de que algo sucede. La valenciana ayer tuvo que ausentarse del programa donde colabora semanalmente porque su hija tuvo que ser ingresada. El escritor, presente en la mesa de tertulia donde habría estado su mujer si todo estuviese en orden, comentaba a Pablo Motos los motivos.
Juan explicaba al presentador que, en ese momento, Nuria estaba acompañando a su hija Olivia, de 10 años, en el hospital. “Tiene un poquito de asma, entonces los médicos han decidido dejarla ingresada”, desvelaba la razón de su ingreso para tranquilizar a la audiencia. Un adulto que tuviese una PCR negativa tenía que quedarse con la pequeña, por eso Roca había causado baja en el show.
“Es un lío. Una vez que entras no puedes salir. No puede haber un turno. Iba a ir mi hijo mayor, pero no ha podido ser porque no le ha dado tiempo a la PCR”. De haber podido, su hijo Juan, de 18 años, se habría quedado al cuidado de su hermana. Para zanjar el asunto, el colaborador reiteraba que la niña, a pesar de todo, "está bien".
Desde hace aproximadamente un año, Olivia, Pau y Juan son habituales en el contenido que cuelga el matrimonio en sus respectivas cuentas de Instagram. “Cuando me dicen que por qué saco a mis hijos en las redes sociales, respondo que porque forman parte de mí. No abuso de las redes sociales, pero tampoco los escondo”, se justificaba Nuria en una entrevista para Vanitatis.
El hecho de que su primogénito cumpliera la mayoría de edad marcó un hito en su calculada gestión de la intimidad familiar. Ya no tenían ellos el poder exclusivo de exponerles públicamente. Su hijo empezaba a gozar de una exposición pública que supo aprovechar para triunfar en una de las redes sociales del momento, TikTok. Algo que causó cierto pavor a sus padres, que pronto cayeron en la cuenta de que la mejor manera de tramitar este cambio era “afrontarlo con naturalidad”.
Eso sí, con Pau, el mediano, el matrimonio lo tuvo más complicado cuando supo que no quería blindar su identidad. “Recuerdo que le hice una cuenta de Instagram porque me lo pedía […] Muchas veces es el ansia de querer formar ‘parte de’ lo que les hace querer tenerlas”, comentaba la locutora en la misma publicación. “Mientras no se conviertan en un modo de vida o en una obsesión, está bien. Seamos realistas, forman parte de su día a día, se comunican a través de eso”, asumía.