El pasado mes de agosto, la infanta Sofía se despidió de sus padres en la puerta de Zarzuela para emprender una nueva etapa educativa en el UWC Atlantic College de Gales, el mismo centro en el que ha estudiado su hermana, la princesa Leonor. La casa real compartió unas inéditas fotografías de la despedida con sus padres y con su mascota Jan, un perro de la raza labrador en color negro que le regalaron a la infanta en su comunión.
Aquellas imágenes fueron muy comentadas por varios motivos. El primero de ellos es porque nos permitían ver la emoción y la naturalidad con la que protagonizaban una despedida familiar. Y el segundo, porque era la primera vez que veíamos a Jan, la mascota de Sofía, ya que no se tenía conocimiento previo de que ese perro formase parte de casa real. Lo que sí sabíamos es que tenían otro perro de la misma raza, un labrador de color marrón que le regalaron a la princesa Leonor también en su comunión.
Vanitatis ha adelantado este jueves que Jan, el perro de Sofía, ha pasado "un pequeño bache de salud" en los últimos meses y ha tenido que ser operado de un oído. Según el medio citado, la operación salió "perfecta" y el perro está "en perfecto estado". La operación ha sido llevada a cabo por el grupo Peñagrande, por el veterinario Alfredo Fernández, que es el que se encarga también de controlar la salud de los caballos de la escolta real. Este grupo tiene seis clínicas repartidas por todo Madrid y Jan acudió a la que está más cerca de 'El Pardo'.
Jan, el perro de la infanta Sofía, vive en las instalaciones de palacio, pero no es el único. Otro de los perros que convive con él es Sara, el de Leonor, un labrador de color chocolate. Según salió publicado hace unos años, los perros no pueden entrar en la casa de la familia real por petición de Letizia, pero el rey y sus hijas disfrutan de ellos en los jardines de Zarzuela.
Es muy sabido el cariño que el rey Felipe tiene a sus mascotas. Antes de casarse con Letizia, el rey convivía con algunos perros a los que criaba dentro de su casa. Especialmente sentía cariño por Pushkin, un Schnauzer de color negro del que se encargaba personalmente. Según contó hace años Jaime Peñafiel, cuando en 2004 contrajeron matrimonio, Letizia “prohibió que el perro durmiera, no en el dormitorio como hacía con su dueño, sino en la casa”. “No soportaba entonces ni a los perros ni a los gatos”, aseguró en aquel momento el periodista.