A pesar de que durante años fue un rostro habitual de la pequeña pantalla, la vida de Rappel siempre estuvo envuelta en cierto halo de misterio, no porque él no la compartiera, sino por lo increíble que resulta.
Conocido vidente, lo cierto es que a lo largo de su vida cambió de profesión en varias ocasiones. Se formó como profesor de francés en la Sorbona, pero nunca llegó a ejercer, sí que se dedicó al mundo de la moda y la alta costura durante 20 años, en un taller que montó sobre el negocio de telas de sus padres, Rafael Payá Peletería y donde compaginaría la moda con la videncia.
Ahora, a punto de cumplir 78 años en agosto, mantiene una vida alejada de la televisión, discreta y dedicada a la videncia y adivinación, profesión a la que se ha dedicado durante más de 50 años. Horóscopo, carta astral, tarot, numerología, lectura de sueños… resuelve cualquier tipo de dudas en su consulta privada.
Una escasa exposición pública que contrasta con la que tuvo durante gran parte de su vida, donde no dudó en participar en tertulias y programas televisivos. Comenzó su carrera en el mundo catódico en programas infantiles, pero se dio a conocer al gran público gracias a su paso por ‘Tómbola’, donde leía las cartas a los personajes, su fama fue tal que llegó a tener su propia sección en el programa de María Teresa Campos. También participó en algunos realities, como ‘La Granja 2’ o ‘Gran Hermano VIP 4’.
La moda siempre fue su gran pasión, de hecho siempre ha lucido un look muy concreto y reconocible, gracias a sus coloridas túnicas llenas de estampados y brillos. Estudió diseño y patronaje, y aprendió de uno de los mejores, Cristóbal Balenciaga, íntimo amigo de su abuelo y para quien su padre trabajó haciendo sombreros. Fue gracias a su taller de moda a medida como fue ampliando su cartera de clientes y también de amistades, eso y su capacidad para compaginar la moda con la adivinación.
Confeccionaba ropa a medida para María de las Mercedes, madre del Rey emérito, hizo los zapatos de boda de la reina Fabiola, pero también leía el futuro a personalidades tan conocidas como Franco, La Pasionaria o Severo Ochoa. Forjó sólidas amistades con artistas de la talla de Lola Flores, Rocío Jurado, Carmen Sevilla, Raffaella Carrá o Paloma San Basilio.
Su vida personal tampoco ha sido demasiado conocida, se casó en 1971 con Luisa Chaverri y se separó en 1987. Junto a ella tuvo cuatro hijos, uno de los cuales falleció a los 11 meses por un derrame cerebral. El vidente confesaría que había predicho esta muerte. Susana, Rafael Luis y Tatiana no han seguido los pasos de su padre, de hecho la única que ha parecido en prensa ha sido Tatiana. Rappel tiene un nieto nacido en 2015.
Mucho se ha hablado de los posibles problemas económicos del vidente, algo que su hija Tatiana ha negado, sobre todo a raíz de la venta de su lujoso ático en el madrileño barrio de Salamanca.