Úrsula Corberó se ha convertido en una de nuestras actrices más internacionales. Ella ha sabido ir aprovechando las oportunidades que le ha dado la vida, pero también ir creando nuevas gracias a los proyectos que ha ido aceptando y con los que ha labrado una carrera llena de éxitos que le han hecho dar el salto a Hollywood.
Desde que se despidió de su papel de Tokio en La casa de papel no ha parado, aunque esto es algo que lleva haciendo toda su carrera. Este personaje, uno de los preferidos de la audiencia, se convirtió para ella en toda una lanzadera, abriéndole muchas puertas e invitándole a escoger proyectos que fueran un reto para ella.
Gracias a sus ganas de arriesgar, ha conseguido no solo el reconocimiento del público, también el de la profesión. Gracias a su interpretación en La piel en llamas consiguió un Ondas, un premio que tras dedicar a sus compañeros, familia y pareja, no dudó en dedicarse también a sí misma. “Me lo dedico a mí también por ser tan trabajadora, tan valiente y por ser tan maja”.
Para Úrsula la familia es un pilar fundamental y así lo ha demostrado en múltiples ocasiones, aunque no quiera que la suya pase a un primer plano. Está muy unida a ellos y tiene una gran conexión con su hermana mayor, Mónica Delgado.
Úrsula siente una gran admiración por las mujeres de su vida y ha hablado abiertamente de la fuerza que le han enseñado a tener en varias ocasiones. “Mi madre se quedó embarazada de mi hermana con 17 años. Cuando le empezó a asomar la barriguita pasó a ser la peste del barrio, se quedó sin amigas y aun siendo una estudiante brillante la echaron del colegio porque era un mal ejemplo para las demás niñas”, reveló la actriz en una publicación de Instagram.
Su madre siempre apostó por ella, por intentar que cumpliera su sueño, incluso cuando las cosas no eran sencillas. “Vivíamos a 62 km de Barcelona y mi madre no tenía coche ni carné, hacíamos autoestop en el pueblo para que nos llevaran al pueblo de al lado y allí cogíamos un tren que nos dejaba en Barcelona. Después metro. Las colas de los castings de publicidad eran infernales y durante un año no me cogieron para ningún anuncio, pero quien la sigue la consigue”.
Mónica no suele tener demasiado protagonismo en las redes sociales de su hermana y en su vida pública, pero es una figura fundamental para Úrsula, quien no oculta la admiración que siente hacia ella y que ha revelado algunos momentos complicados que su hermana ha tenido que afrontar con la entereza que caracteriza a las mujeres de su familia.
“Ha trabajado sin parar toda su vida, pasando por momentos muy críticos con un hijo al que alimentar. Desesperada por conseguir un empleo, reunió dinero de donde pudo y se formó para ser tanatopractora. Pero resulta que en la profesión las mujeres no estaban bien vistas y le ponían pegas para todo. Nunca le dieron trabajo”, recordaba de sobre su hermana en la misma publicación. Úrsula no oculta su admiración por ambas.