Desde su salto a la fama en ‘Mujeres y hombres y viceversa’, Violeta Mangriñán ha conseguido convertirse en una de las influencers más reconocidas de nuestro país. En sus redes sociales, acumula más de dos millones de seguidores con los que comparte aspectos de su vida personal, en la cual también ha formado una gran familia.
Este pasado fin de semana, Violeta se despedía de los ‘veintitodos’ para dar la bienvenida a los 30. Una nueva etapa en la que sin duda, contará con la compañía inmejorable de su marido, Fabio Collorichio, con el que además tiene dos hijas en común: Gala, de un año y medio y Gia, que llegó al mundo el pasado mes de febrero.
Es evidente que la influencer, a pesar de sufrir sus altibajos como todo ser humano, es consciente de la situación privilegiada con la que cuenta y de la que confiesa que “no le ha ido mal y no se puede quejar en absoluto”. Sin embargo, sí que en ciertas ocasiones, cuando algo se le escapa de las manos, piensa en recurrir al poder de la manifestación en el cual cree desde que conoció a Omar Montes, con el que coincidió durante su participación en un programa: “Estaba en Supervivientes y dijo: ‘Voy a ser el número 1’. Y a día de hoy es uno de los números 1 en España. Cuando la gente lo proyecta y lo dice mucho, luego, conozco a mucha gente que le acaba pasando. Voy a empezar a practicar a ver si…”, ha confesado en una entrevista con ‘Cosmopolitan’.
Además, también durante la misma charla, la creadora de contenido ha querido dejar clara su postura ante la frase cliché de ‘Lo que crees, creas’: “El factor suerte siempre influye evidentemente pero si tú crees en ti y te esfuerzas por conseguir lo que quieres, tienes más posibilidades de que se dé, evidentemente. Y luego pues hay que creer en las energías y un poco también en lo que te digo, en el factor suerte, pero sí, hay que creer. Si no te lo crees tú, ¿quién se lo va a creer?”, ha concluido. lo crees lo creas
Violeta y Fabbio se conocieron durante su estancia en Honduras. Desde entonces, la valenciana y el ítalo-argentino se han vuelto inseparables. A día de hoy, ambos han creado un especial vínculo con su hija de cuatro patas, Canela, así como con sus dos primogénitas, Gala y Gia. Sin embargo, a pesar de la gran emoción del momento tras la llegada al mundo de la pequeña el pasado febrero, la influencer confesó hace unos días a sus seguidores haber pedido ayuda profesional tanto con el cuidado de su hija como en forma de terapia para hacer frente a su sentimiento de culpabilidad por volver a sus tareas profesionales.
Una situación que compartió con su pareja la cual, tal y como mostró ella hace dos días en una captura de WhatsApp, le animó a “no sentirse mal por trabajar” ya que “todos están muy orgullosos de ella”.