A los habituales gremios que suelen crear personajes públicos en cualquier país, como pueden ser el cine, la música, la televisión o el deporte, en España se suma otro sector: el de la tauromaquia. Más allá del análisis de las distintas trayectorias profesionales, muchos toreros han sido pasto de la crónica social debido a sus relaciones sentimentales. La década de los noventa y los primeros dos mil fueron especialmente fructíferas, y uno de los nombres más conocidos es el de Finito de Córdoba. Repasamos el importante cambio físico, vital y profesional del diestro en los últimos años.
El torero nacido en Sabadell en 1971 y criado en el municipio cordobés de El Arrecife (lo que motivó la elección de su nombre artístico), se sumó a una larga lista de figuras taurinas que, más allá de sus logros en las plazas, eran noticia también para el papel cuché. Jesulín de Ubrique, Enrique Ponce, Manuel Díaz 'El Cordobés', Fran Rivera o El Juli. En el caso de Juan Serrano Pineda (el nombre real de Finito), que lideró el escalafón en el año 2001, por el inicio de su relación con Arantxa del Sol.
La modelo, actriz y presentadora se casó con el diestro en 2001, tras unos años de noviazgo, en plena cima de popularidad del torero. El matrimonio se ha convertido, con los años, en una de las parejas vip más estables y longevas del papel cuché patrio. Fruto de su relación llegaron sus dos hijos en común, Lucía y Juan Rodrigo, nacidos respectivamente en 2002 y 2008.
El matador, que tomó la alternativa con diecinueve años, sigue en activo tres décadas después siendo así uno de los toreros de mayor edad que hay actualmente en las plazas, y el único en activo de los grandes nombres de los noventa, tras la retirada de otros como 'El Cordobés'. Una circunstancia sobre la que él mismo se ha sincerado en varias ocasiones, descartando por el momento un adiós definitivo, aunque admitiendo que cada vez torea menos y que hay compañeros que no quieren "compartir cartel" con él. En los últimos meses hemos podido saber que Juan Serrano ha cambiado de apoderado: será Juan Sánchez Bravo, con quien ya había trabajado anteriormente, quien dirigirá su carrera a partir de ahora.
Finito ha vuelto a la actualidad de la crónica social en los últimos días a raíz de la participación de su mujer en la presente edición de 'Supervivientes', a quien su hija apoyó públicamente en redes. En la primera gala, el pasado jueves, el catalán criado en Andalucía daba un importante paso adelante en lo televisivo, debutando como defensor de la madre de sus hijos en el plató del programa de Telecinco, lo que generó una cierta repercusión en redes sociales.
Buena parte de los comentarios giraron en torno al importante cambio físico que ha experimentado el torero en los últimos años. Algo de lo que él mismo ha hablado en ocasiones. Actualmente, el torero luce barba y ha dejado atrás el pelo peinado y engominado con el que solía salir a hacer frente al toro. Pero, además, ha habido una destacada alteración en su rostro, que se remonta a hace años: de Córdoba sufrió una cogida, su "lesión más grave", que le fracturó la nariz y por la que requirió de cirugía nasal.
Pese a la intervención de un otorrino y de varias operaciones maxilofaciales, no se conseguía solucionar el problema, arrastrando problemas de respiración. Finalmente, tuvo que recurrir a un especialista en cirugía estética en lo que él mismo definió como "un trabajo de arquitectura". Muy preocupado siempre por su aspecto físico, Juan ha admitido en muchas entrevistas que es presumido, le gusta gustar y verse bien a sí mismo. Por eso, en sus propias palabras, hasta entonces no tenía ánimo de salir a la calle o verse al espejo. La última intervención le devolvió "la felicidad".