La vida de Sara Carbonero es muy diferente a cómo era la primera vez que la vimos en televisión. Ha pasado mucho tiempo y también muchas cosas en su vida, pasó de ser una periodista deportiva a convertirse en la pareja de Iker Casillas, lo que sin duda fue un punto de inflexión en su vida personal, pero también en su carrera.
Gracias a todo lo que ha vivido con el paso del tiempo, Sara ha podido compaginar sus dos grandes pasiones, la comunicación y la moda. Ambas han sido clave para su desarrollo personal y en las dos ha encontrado el éxito. La periodista, ahora también convertida en madre por partida doble, ha sabido adaptarse a los tiempos.
Dejó todo por amor y se mudó al país vecino para seguir a su pareja en su carrera, estuvo a su lado tras el infarto que Iker sufrió y que le retiró definitivamente de su carrera como deportista, pero también ha tenido sus propios retos personales, como el cáncer que le fue diagnosticado y superó.
En todo el tiempo que ha pasado desde que se hizo público su romance con Casillas hasta el momento actual, separada del deportista y centrada en su nueva vida, Sara ha tenido el apoyo incondicional de su familia y sus amigos, pero sobre todo de su hermana Irene, que es ambas cosas para ella.
Irene siempre ha estado al lado de Sara, tanto en los buenos momentos como en los más complicados, como cuando en 2022 Sara tuvo que ser intervenida de urgencia y su exmarido, Iker, se encontraba al otro lado del mundo por cuestiones laborales. Irene no lo dudó y se hizo cargo de los dos hijos de su hermana hasta que todo estuvo más tranquilo.
Tan solo un ejemplo de la relación que une a las dos hermanas, que parecen tener caracteres opuestos, pero haber encontrado en ello el equilibrio ideal para complementarse. Mientras que Sara es abierta y vive parte de su vida frente a las cámaras (por su trabajo en televisión durante años), su hermana es mucho más discreta y prefiere mantenerse en un segundo plano.
De hecho, sus redes sociales son privadas, por lo que poco se puede conocer de los detalles que le gusta compartir de su día a día, salvo que seas uno de los privilegiados que quiere tener cerca.
De Irene se sabe que estudió psicología, trabaja en Recursos Humanos y que nada le importa con tal de poder estar junto a su hermana, incluso si las circunstancias le obligan a cambiar sus planes por completo. Así lo afirmaba la propia Sara en su cuenta de Instagram, donde reconocía que su diagnóstico lo había cambiado todo: “El mismo día que empezabas un nuevo trabajo, llena de ilusión, me operaron y tuviste que cambiar de planes”.
A pesar de que durante la enfermedad de Sara fue Irene la que adoptó el rol de hermana mayor al cuidar de ella y animarla, pronto recuperaron sus respectivos papeles y Sara volvió a sus “regañinas de hermana mayor, mis consejos, aunque no me los pidas, mis WhatsApp para ver si has llegado bien a casa, para que dejes de fumar, de morderte las uñas y un montón de cosas más”.
El 3 de febrero de 2022 Irene daba a luz a su primera hija junto a su pareja Patricio Martínez, que trabaja en una agencia de viajes de lujo. Por casualidades de la vida, el nacimiento de la pequeña coincidió con el cumpleaños de su tía Sara, "y explotamos de amor. Mejor regalo de cumpleaños del mundo. Viva la vida. Enhorabuena enana", escribió la periodista en sus redes sociales para felicitar a su hermana con la llegada del nuevo miembro a la familia. Justo un año después, Sara volvía a felicitar de esta manera a sobrina, “debe ser que los 3 de febrero nacen las personas más buenas, generosas, valientes y especiales de este mundo”.