Tras veinte años consecutivos, Mariló Montero ha roto con una de sus tradiciones más importantes de su año. Por primera vez en dos décadas, la comunicadora no ha estado en la Semana Santa de Sevilla. Sin embargo, no ha acudido por un muy buen motivo. La exmujer de Carlos Herrera ha viajado hasta Tanzania, África, junto a un grupo de amigos. No obstante, lo que pensaba que sería una aventura protagonizada por safaris y visitas a la fauna de este país, la experiencia que ha vivido la madre de Rocío Crusset ha sido mucho más enriquecedora de lo que ella esperaba. ¡Te lo contamos!
No es la primera vez que la presentadora de Navarra viaja hasta el continente vecino. Sin embargo, esta ocasión ha sido diferente a las anteriores, aunque marcada por la necesidad de ayudar a la población africana, tal y como ha desvelado en la revista '¡Hola!': "He ido varias veces y presumo que seguiré realizando más viajes puesto que es uno de mis continentes de preferencia y referencia inspiracional (...). Siempre que viajo a África regreso con la sensación de que podría quedarme a vivir allí aportando en el desarrollo educativo infantil".
Como muchas personas y voluntarios que visitan este país subdesarrollado, Montero ha regresado a España con un nudo en el corazón y con una maleta cargada de vivencias y anécdotas con los residentes de Mto wa Mbu. "Vino una niña corriendo hacia mí. Se soltó de la mano de su madre con la que estaba en el terreno donde tenían el grifo comunitario y unas ollas, por denominarlas de alguna manera, preparando algo que no alcancé a desvelar. Me recibió con una amplia sonrisa de aparente felicidad, o de su auténtica felicidad. No me dio la sensación de que se sintieran desgraciados (...). Justina, que así es el nombre de la niña, tomó mi mano y nos abrazamos de manera natural, espontánea. Ella estaba feliz, y también yo, por recibir esa sensación de afecto libre y sin temores frente a una desconocida", ha continuado explicando al medio mencionado.
En esta entrevista concedida a '¡Hola!' tras su paso por África, la comunicadora ha reconocido que siente la necesidad, de alguna manera, "de haberse quedado allí y de tener la sensación de que debe regresar". Un sentimiento que ha supuesto que tenga claro que, sin duda alguna, volverá al continente vecino.