Victoria Beckham es una de las mujeres más seguidas alrededor del mundo. Cuando saltó a la fama siendo la vocalista de las Spice Girls, era reconocida por su música. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se fue convirtiendo en todo un icono de estilo. Es por ello que su pasión por la moda lo ha plasmado en su propia marca e incluso en líneas cosméticas, para que muchas personas puedan seguir los tips y rutinas que ella tiene en su día a día. No obstante, esa 'presión' por estar siempre perfecta también le ha afectado en algunas ocasiones. En una entrevista concedida a la revista Grazia, la mujer de David Beckham se ha sincerado como nunca y ha desvelado que, a pesar de sus cuidados, también le gusta hacer cosas corrientes, como cualquier ser humano de carne y hueso. ¡Te lo contamos!
"Soy una chica de verdad y creo que eso se nota", ha comenzado diciendo al medio mencionado anteriormente. En esta entrevista, la exintegrante de las Spice Girls ha acudido al baúl de sus recuerdos de la infancia para desvelar que, a diferencia de su madre, a ella le encanta recomendar y dar consejos de moda y belleza: "Recuerdo que cuando era pequeña, mi madre tenía dos amigas muy íntimas y una de ellas nunca le decía a mi madre de dónde había sacado su ropa o su bolso. No quería que nadie más lo supiera. Hay muchas mujeres así y es extraño. Si tengo algo bueno, un buen consejo o unas zapatillas nuevas, quiero contárselo a todo el mundo".
Sin embargo, a pesar de considerarse una persona generosa con los demás, tal y como ha desvelado en Grazia, no todo el mundo ha opinado así de ella: "La otra cosa es que durante mucho tiempo la gente ha tenido la opinión de que yo era una reina de hielo con cara de acero por las fotos de los paparazzi y la historia que pintaban los medios de comunicación. Ahora, gracias a las redes sociales, la gente ve que no soy así. Me gusta reírme de mí misma. Siempre hay humor en lo que hacemos. Creo que esa es la clave. Han dicho mucho sobre mí y estoy segura de que eso me ha robado algunas experiencias. No quiero que parezca que me estoy quejando, pero hubo momentos en el pasado en los que no me sentí lo suficientemente segura como para sentarme en la playa y ver jugar a mis hijos".
Finalmente, la mujer del exjugador del Real Madrid se ha definido como una persona "disciplinada" y, aunque cuida mucho "su forma de comer, hacer ejercicio o trabajar", también se permite sus caprichos, como cualquier persona de a pie: "Así soy yo. Pero me gusta tomar una copa y no voy a ser de esas que dicen: 'Ah, una copa de vino tiene demasiadas calorías'. No importa. La vida es demasiado corta. Pasémoslo bien".