España ha caminado, por ahora, con paso firme en la Eurocopa 2024. El combinado nacional ha conseguido una importante proeza en los compases iniciales del campeonato europeo que está teniendo lugar durante estas semanas, venciendo sus cuatro primeros partidos. En los cuartos de final, se enfrenta a Alemania, anfitriona y otra de las grandes favoritas del torneo. En tierras germanas llevan instalados desde principios de junio los veintiséis futbolistas convocados. En concreto, su campamento base se encuentra en la licaclidad de Donaueschingen, en plena Selva Negra. Analizamos cómo es la vida de los jugadores de la Roja, en un hotel de lujo y con un ambiente fantástico entre ellos.
Más allá de lo deportivo, esta Eurocopa está sirviendo para que el público conozca mejor a una generación de futbolistas que ha permanecido más alejada del foco mediático en lo personal. Las jornadas de entrenamientos y partidos han dejado varias imágenes para el recuerdo, como las de las celebraciones familiares de las victorias de algunas de las estrellas del equipo como Álvaro Morata o Dani Carvajal, que ha celebrado allí su aniversario de boda. También escenas singulares, como las de Lamine Yamal preparando la ESO durante el torneo.
Aunque las distintas fases y encuentros con el resto de selecciones les están haciendo viajar por toda la geografía peninsular, los de Luis de la Fuente tienen instalada su sede en el mencionado municipio teutón, próximo a la frontera suiza. En concreto, en el complejo hotelero de Der Öschberghof, de cinco estrellas, el más caro de todas las selecciones del presente campeonato europeo, en el que la noche se paga a unos quinientos euros.
Incluye, en otras muchas comodidades, tres campos de fútbol, cinco restaurantes, uno de ellos con doble estrella Michelín, spas, piscinas, gimnasios y decenas de habitaciones y suites. Las instalaciones han sido condicionadas expresamente para la selección y su equipo técnico, que también se aloja allí. En las distintas imágenes que comparten las cuentas oficiales del combinado nacional hemos podido conocer, en detalle, cómo son por dentro las distintas estancias.
También cómo es allí la vida de los jugadores de la Roja. Aunque los entrenamientos marcan la mayor parte de las jornadas, también hay hueco para el ocio en su campamento base. Así, a través de las entrevistas que han concedido en las últimas semanas hemos sabido que los deportistas se entretienen en sus ratos libres con actividades de todo tipo. Pasando tiempo en el gimnasio o tocando el piano, como Le Normand o jugando a videojuegos, como Ferrán Torres, en la Play Station que él mismo se ha llevado. La camaradería y amistad entre ellos es una constante.
El comedor es uno de los espacios protagonistas: a lo largo de cuatro mesas se reparten futbolistas y cuerpo técnico. Como han contado en alguna entrevista, los jugadores suelen dividirse en dos mesas, que coinciden en cierta manera con las diferencias de edad entre unos y otros, lo que ha servido para hacer bromas y vaciles entre ellos. "Los niños se pòrtan mejor, comen rápido y se van, Noostros hacemos sobremesa", reconocía Cucurella a RTVE. Allí han tenido lugar también varias celebraciones de cumpleaños durante estas semanas, como las de Rodri, Mikel Merino o el seleccionador, de la Fuente.
El menú, a cargo del cocinero Rodrigo Vargas, cuenta con un amplísimo abanico de opciones para las comidas, con unos cincuenta productos a elegir y bufé de ensaladas. La dieta, tradicional, sin apenas azúcar y con toques asiáticos, varía dependiendo de si hay o no partido cerca: después de un encuentro con pizzas y hamburguesas, como ha explicado el chef a la web de RTVE. Pese a ello, en alguna ocasión hemos podido ver a los futbolistas en los fogones: Álvaro Morata preparó una pasta a la carbonara para sus compañeros hace unos días.