En mayo de 2023, Alejandro Sanz sorprendió al contar que no estaba bien. El artista confesó a través de sus redes sociales que se sentía "triste y cansado". "Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano. Estoy trabajando para que se me pase. Llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá qué hacer, pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Solo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual", comentó hace un año y medio.
Unos días después, a través de la misma vía, el artista contó que había tenido "un brote fuerte" y que no terminaba de llegar la luz. "Parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho. No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante. Además creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino", comentó sobre su estado de salud mental.
Ahora, un año y medio después de aquellas confesiones, Alejandro Sanz ha acudido a los Premios Billboard de la Música Latina 2024 donde ha sido premiado por su trayectoria artística. En la entrevista que ha concedido, donde también ha reaparecido su hijo Alexander, que también es músico, el artista ha explicado que hubo un día en el que puso en sus redes "una cosa" sobre su estado de ánimo "sin pensar mucho en que fuera a tener tanta repercusión".
"Lo puse y, cuando me levanté por la mañana, vi que aquello estaba desbordado. Me asusté un poco y a los dos días puse que ya estaba mejor. Había estado en México y había visto un jardín lleno de luciérnagas y me pareció una metáfora muy bonita. Esos animales que van dando lucecitas, vida a un jardín. Hice esa comparación de que iba sintiendo esas luces que se van encendiendo, pero estaba igual de jodido que dos días antes", ha contado el artista.
Alejandro ha confesado que le sirvió de mucho. "Siempre me levanto de buen humor, todo me viene bien, me río de todo, me encanta la vida, veo el sol y me parece un invento maravilloso. Cuando sentí aquello no era tristeza ni ansiedad, era un vacío, un agujero en el pecho, una cosa que no entendía. Cuando ves las orejas al lobo ya reconoces un aullido a mil kilómetros", ha confesado.
Al preguntarle cómo se sale de eso, Sanz ha comentado que "con ayuda, con profesionales" y poniendo mucho de su parte. "También con música. Yo tenía dos opciones, pensé mucho lo de seguir la gira y me di cuenta de que donde más tranquilo estaba era sobre el escenario. Bajaba del escenario y me ponía a temblar cuando estaba con mucha gente. Nunca antes me había pasado, más bien al revés. Fue una sensación muy extraña, si", ha terminado diciendo.
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