Hace muchos años que Victoria Beckham se convirtió en una figura pública gracias a su carrera musical junto a las Spice Girls. Esto trae consigo ciertos extras que no siempre están relacionados directamente con su profesión, como puede ser la necesidad de conceder entrevistas para promocionar sus proyectos o participar en sesiones de fotos.
Desde hace muchos años, parece haber perfeccionado la manera en la que posa frente a la cámara, buscando su mejor ángulo, potenciando aquello que quiere mostrar y escondiendo aquello que prefiere que no centre la atención de la gente, pero si algo ha llamado la atención de las fotografías en las que aparece es que en muy pocas de ellas está sonriendo.
En muchas ocasiones esto ha hecho que se le considere una persona seria, que no sabe divertirse, lo que contrasta mucho con la opinión que suelen dar de ella quienes la conocen, que la describen como una persona muy divertida. Victoria no sonríe en las fotografías, pero el motivo no es que sea una persona arisca, de hecho, ella misma ha querido aclarar esto.
Tendemos a pensar que estrellas de la talla de Victoria están por encima de cualquier complejo y no hay duda de que ella es una mujer fuerte y segura de sí misma, pero lo cierto es que no siempre fue así y el complejo físico que tenía en su juventud influyó mucho en su manera de posar ante los focos, haciendo que evitara sonreír.
Ha sido en una entrevista para The Telegraph cuando Victoria ha querido compartir con el mundo sus motivos para posar siempre con seriedad, hablando de las inseguridades que le produjo tener problemas de acné. “Probablemente, lucía seria en muchas fotografías, pero me sentía muy incómoda”, explicó durante la entrevista, donde también confesó que durante un tiempo estuvo pendiente de los comentarios que se hacían sobre ella, algo para lo que ahora asegura no tener tiempo.
Para ella, el paso del tiempo ha sido un regalo, y ahora considera que “envejecer ha sido realmente liberador”, pero durante muchos años esas inseguridades hacían que se sintiera tensa e incómoda frente a las cámaras, lo que se evidenciaba en su rictus serio a la hora de posar, que nada tenía que ver con su personalidad.
Estos problemas en la piel no solo le han influido a la hora de posar frente a las cámaras, también en muchos aspectos de su día a día, como en la alimentación. “Fue por mi piel que me volví muy cuidadosa con lo que comía”, algo que también fue muy comentado cuando su marido, David, revelaba en un pódcast que siempre comía lo mismo, pescado a la plancha y verduras al vapor.
Ahora Victoria parece haber aprendido a relativizar lo que se dice de ella, así como la imagen que proyecta, lo que no quiere decir que no siga manteniendo una rutina de skincare muy estricta, pues tuvo que ponerse en manos de profesionales para superar esos problemas cutáneos. “Si me hubieras dicho hace unos años que pisaría una alfombra roja para recoger un premio usando solo un poco de corrector y sin base, habría pensado que estabas loca, pero eso es lo que hice la semana pasada”.
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