Dos décadas y media se cumplen hoy de la boda de una de las parejas sin la que no se puede entender la cultura de las celebrities en los últimos años. David y Victoria Beckham celebran veinticinco años casados. Un tiempo en el que no es que hayan nutrido de contenidos las páginas del papel cuché, sino que le han dado forma, siendo eje vertebrador del concepto actual de la fama y sus derivados. El exfutbolista y la exSpice Girl son referentes de moda y de estilo de vida, pero, sobre todo, son una marca propia. Y para conmemorar una fecha tan destacada como esta, han tirado de la iconicidad que les caracteriza, volviendo a vestirse con sus míticos trajes de boda púrpuras.
Ambos sabían quien era el otro cuando se conocieron en persona por primera vez, en un partido de fútbol benéfico al que acudieron las integrantes de la banda femenina en 1997. David, estrella del Manchester pero sin la proyección global que Victoria ya tenía, le pidió el número de teléfono y ella se lo escribió en un billete de avión (que él todavía conserva). Dos años después, se estaban dando el 'sí, quiero' en una boda totalmente íntima, con apenas una treintena de invitados y la moda como gran protagonista. En ella ya estaba presente el mayor de sus cuatro hijos, Brooklyn, nacido cuatro meses antes.
La celebración del aniversario debía estar a la altura de la envergadura de la pareja. Y lo cierto es que, por el momento, está cumpliendo. Hoy, cuatro de julio, es cuando ambos alcanzan sus bodas de plata. Y aunque todavía no se conocen los detalles con respecto a cómo podrían festejar la fecha, pero su primer movimiento ha superado las expectativas. Como homenaje a ellos mismos y a su historia de amor, la pareja ha decidido rescatar dos de los trajes nupciales que vistieron entonces. En concreto, no las prendas blancas con las que aparecieron durante la ceremonia, sino las piezas de color púrpura con las que cortaron la tarta y disfrutaron de la celebración.
Son estas últimas las que han lucido ahora para una espectacular sesión de fotos con motivo de estas dos décadas y media de matrimonio. David y Victoria se han vuelto a vestir con los conjuntos originales, que firmó el británico Antonio Berardi. Como solían por aquel entonces, ambas piezas conjuntan: el de Victoria es un vestido sirena con abertura en la pierna y flores en uno de los laterales del torso; el de David, un traje monocromático sin camisa, con cuellos extralargos y zapatos combinados. También su primogénito vistió de púrpura y con un sombrero de vaquero a juego. En las imágenes actuales, los Beckham posan sentados en sendos tronos dorados, así como pasean por unos jardines.
Los posados con su ropa de boda violeta han sido el disparo de salida de varias publicaciones más recuperando fotografías y recuerdos de aquellos días de 1999, así como mostrando el proceso actual de recuperación de las prendas, grabando en vídeo cómo se las vuelven a poner y encajan a la perfección en sus cuerpos. "No puedo creer que hayan pasado veinticinco años y todavía me entre", ha confesado Victoria.
Y tanto en sus posts, como en sus historias de Instagram han mostrado la intrahistoria del posado y algunas anécdotas del mismo. Así, se puede ver cómo David bromea con evitar ver a Victoria mientras ambos hacen las respectivas pruebas de sus vestidos, como suele ser habitual en cualquier boda. Además, han mostrado un ligero problema a la hora de vestirse, cuando el exfutbolista se coloca el chaleco y al intentar introducir su brazo por una de las mangas se oye cómo se rompen las costuras de la prenda, aunque finalmente acaba colocándoselo correctamente.
Sus hijos, Brooklyn , Romeo y Harper Beckham también han estado presentes en este momento especial. Además de compartir en sus redes sociales las publicaciones de sus progenitores, en alguno de los vídeos se puede escuchar a la benjamina del clan valorando las pruebas. El tercero, Cruz, se ha probado incluso el estilismo nupcial de su padre, "Me sirve perfectamente", ha comentado en Instagram.