Adele es una mujer nueva. En el último año, la cantante ha perdido 70 kilos, se ha separado de Simon Konecki, padre de su único hijo, y se ha alejado del mundo de la música. A todo el mundo sorprendió cuando la británica anunció que iba a retirarse durante un tiempo de los escenarios. La cantante estaba en uno de los mejores momentos de su vida, musicalmente hablando; había vendido millones de copias y sus canciones no paraban de sonar en todos los rincones del mundo. Aún así, Adele supo que ese era el momento de parar, de dedicarse más tiempo a ella misma y, también, a su pequeño Angelo.
Fue el pasado mes de mayo cuando su nombre comenzó a sonar, de nuevo, con más fuerza. La joven volvió a sus redes sociales colgando una fotografía suya. A primera vista podía ser un hecho sin repercusión, pero lo cierto es que a los pocos minutos se convirtió en Trending Topic. ¿Por qué? Adele estaba totalmente irreconocible; había perdido 68 kilos y, por tanto, lucía una nueva figura. Eso sí, ella seguía fiel a su estilo, sin separarse de sus vestidos negros que tanto le han acompañado en su carrera. Pero, ¿cómo ha sido esta evolución de Adele?
Adele nació en Londres hace poco más de 32 años. Comenzó a cantar cuando era muy pequeña, con tan solo tres años, y a partir de ese momento empezó a obsesionarse con algunos timbres y tonos de voz. En el año 2006, sus grabaciones fueron descubiertas por un cazatalentos que estaba buscado caras frescas a través de internet y dos años más tarde, la joven publicó su primer álbum y recibió distintos galardones que le reconocían su trayectoria en la música jazz. Aún así, la fama no le llegaría hasta el año 2011, cuando publicó su álbum 21. Para aquel entonces, Adele ya se había paseado por algún que otro photocall y alfombra roja. Y siempre la joven se decantaba por un vestido negro.
A partir de ese momento, Adele comenzó a sonar en todas las radios del mundo y su éxito fue más allá de Inglaterra. Así, decidió dar un cambio a su look y se tiñó el pelo de un tono más claro, llegando casi al rubio. También apostaba mucho siempre por los moños altos, que se convirtieron en una de sus señas de identidad. Aún así, en aquellas ocasiones en las que no se decantaba por el moño, lucía una melena suelta con mucho volumen, lo que transmitía una imagen mucho más formal y arreglada. Ya disfrutando de un gran éxito, Adele siguió sin despegarse de sus tradicionales vestidos negros y los lucía de distintas maneras: con brillantes, aplicaciones, con menos volantes, transparencias…
Fue hace dos años cuando comenzó ese cambio progresivo de look. Esas mismas Navidades ya anunció, en una entrevista, que había perdido 45 kilos. El punto de inflexión fue la separación de su pareja hasta entonces, Simon Konecki, con quien pasó por el altar en 2014. A pesar de que todo parecía ir sobre ruedas, y más tras el nacimiento de su hijo Angelo, la pareja se divorció en abril de 2019. Ambos siempre llevaron su relación con total discreción e, incluso, Adele nunca llegó a confesar qué nombre le habían puesto a su hijo. Algunas voces apuntaron que el divorcio de la pareja fue traumático y, por eso, la cantante comenzó a perder peso. Un tiempo después, Adele comenzó a salir el cantante Skepta.
El cambio físico de Adele no vino solo: modificó sus hábitos alimenticios y comenzó a incluir deporte en su día a día, como pilates y ejercicios de fuerza. Además, también dejó de fumar. Para cambiar su dieta, Adele confió en los nutricionistas Aidan Goggins y Glen Matten, quienes crearon el método alimenticio ‘Sirtfood’. La artista compartió su cambio de look el pasado 6 de mayo, coincidiendo con su 32 cumpleaños. Un mes y medio más tarde, la cantante colgó una imagen en su perfil de Instagram, donde se le puede ver vistiendo uno de sus antiguos vestidos negros. Así, quedaba, aún más palpable, su nueva figura.
Además, el pasado mes de octubre, la cantante apareció en su primer programa de televisión después de estar cuatro años alejada de los medios. Así, anunció que su cuarto álbum estaba más cerca que nunca, pero que todavía no estaba preparado. La británica se mostró muy esperanzada y habló de su nuevo cambio de vida, que solamente le había proporcionado cosas positivas. Se mostró como una nueva Adele, pero con la misma esencia de siempre.