Probablemente cuando Julia Roberts se mudó desde su Georgia natal hasta la ciudad de Nueva York no era consciente del futuro tan prometedor que la esperaba. Ella siempre había querido estudiar veterinaria, pero finalmente se decantó por el Periodismo, al que abandonó al poco tiempo. Porque, realmente, su verdadera pasión estaba sobre los escenarios y frente a la cámara. Al poco de empezar, en 1989, ya fue nominada y consiguió hacerse con su primer Globo de Oro y su primera candidatura a los Óscar como Mejor actriz. Pero, lo cierto, es que su carrera no había hecho más que empezar.
Luego, se hizo con el papel que, probablemente, le cambiaría la vida; dio vida a Vivian Ward en Pretty Woman. Después de eso fueron todo éxitos y, con el paso del tiempo, sus apariciones en la gran pantalla eran cada vez más seleccionadas. Julia le había dado prioridad a su familia, que siempre se había mantenido en un segundo plano y ella había querido que sus relaciones privadas sucedieran más allá de los focos. La actriz mantiene una relación muy estable con el cámara Daniel Moder, con quien tuvo tres hijos; los mellizos, Phinnaeus Walter y Hazel Patricia, y Henry Daniel.
Cuando Julia llegó a New York en plena madurez buscaba trabajo de lo que fuera. Aunque eso sí, estaba segura que comenzaría con sus pinitos en el mundo del modelaje. Pero lo cierto es que la joven no llamó la atención de ningún fotógrafo ni de ninguna agencia. Así, su hermano Eric, que ya llevaba un tiempo en la ciudad y trabajaba como actor, consiguió que a Julia le dieran un pequeño papel. Con este no alcanzó gran éxito y todavía su nombre tardaría un poco en estar en boca de todos.
Fue en Magnolias de acero donde realmente se le reconoció su papel como actriz. Además, la actriz era capaz de seducir a todo el que la estaba viendo debido a su sonrisa contagiosa y a sus largas piernas. Uno de sus primeros novios conocidos fue Dylan McDermott, a quien conoció en la película de Magnolias de acero. Luego, salió con Liam Neeson, con quien coincidió en Satisfaction y otro de sus novios conocidos fue Kiefer Suntherland, con quien rodó Línea mortal.
Este último se convirtió en uno de sus grandes amores y con él llegó a tener hasta vestido de novia y un enlace al que había invitado a 600 personas. Pero, tres días antes de que pasar por el altar, la actriz decidió cancelar su boda por una supuesta infidelidad de su prometido con una bailarina. Además, la joven actriz se marchó con Jason Patric, un amigo de Kiefer, a quien había conocido en su despedida de solteros. Eso sí, con quien sí se casó fue con el cantante y actor Lyle Lovett. La boda se llevó a cabo el 27 de junio de 1993.
Ambos se habían conocido en el rodaje de El juego de Hollywood, pero su matrimonio tan solo duró dos años. Luego, vendrían Daniel Day-Lewis, Matthew Perry y Kevin Spacey, y el ex jugador de hockey Pat Mannochia. Aunque fue con Benjamin Bratt, una de sus relaciones más duraderas, ya que estuvieron juntos durante cuatro años y hasta se llegó a hablar de boda. El 2000 fue uno de los mejores años para la actriz, ya que consiguió llevarse el Óscar por el largometraje Erin Brokovich, alcanzando la categoría de ‘actriz mejor pagada de todos los tiempos’.
Dos años más tarde, Julia conoció al que sería el amor de su vida, el cámara Danny Moder. Ambos coincidieron en la película The Mexican y cuando se enamoraron él todavía estaba casado. Finalmente, se divorció y la feliz pareja se dio el ‘sí, quiero’ el 4 de julio de 2002 en el rancho que tiene la actriz en Nuevo México. Fue en noviembre de 2004 cuando vinieron al mundo los primeros hijos de la pareja, Finn y Hazel. Luego, tres años más tarde, nacería el pequeño Henry.
La familia pasa el tiempo entre su casa de Los Ángeles y el rancho en Nuevo México, ya que a la actriz le ha gustado mucho siempre esa zona para criar a sus pequeños. Durante todo este tiempo, Julia siempre ha sido muy estricta con la educación de sus hijos y, sobre todo, con su privacidad.
Por eso, son pocas las imágenes que podemos ver de la feliz familia, aunque sí que es cierto que su marido es más activo en redes sociales como Instagram. Además, toda la familia lleva una vida muy saludable, recorriendo largos paseos en bicicleta juntos y cuidando su huerto ecológico.
Además, durante sus primeros años de vida, fue la propia Julia quien se encargó que sus hijos no supieran quien era. Es decir, los pequeños no eran conscientes de que su madre es una de las mejores actrices y más valoradas del mundo. “Ese tema aún no forma parte de sus vidas, solo son niños y yo soy su madre, así que no tienen que lidiar con nada de eso”, contó Julia en una entrevista. Además, también compartió una curiosa pregunta que le hizo uno de sus hijos: “¿Eres más famosa que Taylor Swift?”.
Así, lo poco que podemos conocer de los hijos de Julia Roberts es que, por ejemplo, Hazel estudia en la escuela Our Lady of Mercy, en Los Ángeles. Además, es conocida por participar en varios deportes en el colegio y, también, ha hecho sus primeros pinitos en el mundo de la actuación. Fue en el 2016 cuando la pequeña actuó en una película de comedia romántica junto a su madre y sus dos hermanos.