Rosario Flores es un todo un hito. Perteneciente a la saga de artistas más conocida de nuestro país, siempre tuvo claro que quería dedicarse a la música. Por eso, desde pequeña comenzó a interesarse por todo aquello que hacía su madre: sus conciertos, sus canciones y todo lo relacionado con la música. Así, la hija pequeña de Lola Flores se ganó un hueco en el mundo del espectáculo y se comenzó a relacionar con lo mejor del artisteo. Su nombre también ha sido portadas de numerosas revistas por sus relaciones amorosas pero, ¿quiénes han sido sus grandes amores?
Quique San Francisco
Cuando Rosario conoció a Enrique San Francisco se convirtió en más que un amigo. El actor era hijo de Vicente Haro, a quien no conoció hasta que no tuvo 16 años. Con tan solo seis años apareció en su primera película y ya a mediados de los 70 comenzó a hacer sus pinitos en el mundo del cine y trabajó con Berlanga, Fernando Fernán Gómez, José Luis Cuerda, Álex de la Iglesia o Santiago Segura.
Rosario y Quique San Francisco estuvieron juntos durante cuatro años. Pronto decidieron irse a vivir juntos, formando así una de las parejas más emblemáticas de la época. Su amor parecía inquebrantable, pero el coqueteo de Enrique con las drogas hizo que su noviazgo se debilitara.
Así, sus adicciones con la cocaína y la heroína fueron incompatibles con el estilo de vida de Rosario. “Ella empezó con una persona -yo- y terminó con otra -la droga-“, explicó Enrique en su entrevista con Bertín Osborne. Además, este tema también hizo que se separara de su amigo Antonio Flores. “Yo le dije a su madre que le metiera en una plataforma petrolífera”, añadió Enrique al ser preguntado. Es por eso que fue Rosario quien decidió cortar la relación. Tras esa ruptura, ambos se convirtieron en grandes amigos.
Más tarde, Rosario salió con Carlos Orellana durante una temporada. Con él tuvo a su primera hija: Lola. Poco tiempo después, la hija menor de Lola Flores comenzó a salir con Pedro Manuel Lazaga. Ambos se conocieron en el rodaje de Hable con ellas, una de las películas de Almodóvar, donde él desarrollaba sus labores en la dirección.
A pesar de que su relación podía ser muy mediática, Pedro siempre se ha mantenido en un segundo plano, dejando todo el protagonismo a su mujer. “Es muy discreto, él tiene su vida, su cine”, comentó en una ocasión Rosario.
Cuatro años más tarde de conocerse, Rosario se quedó embarazada de su segundo hijo, aunque el primero en su relación, quien además llegó en una fecha muy especial: el mismo día del cumpleaños de Lola Flores. El pequeño Pedro se convirtió en su alma gemela y poco tiempo después decidió formalizar su relación con su pareja. Así, se casaron en una íntima boda en Barbate.