Los caminos de Angelina Jolie y Brad Pitt se separaron hace más de cuatro años. Fue en 2016 cuando la noticia sorprendió a todos, ya que nadie esperaba que una de las parejas más estables de Hollywood pusiera punto y final a su relación. Y no solo por ellos, sino por todo lo que venía detrás: seis hijos y una gran fortuna. Angelina adoptó a dos niños, Maddox y Zahara, cuando todavía era soltera. Tras un par de años de noviazgo con Brad, el actor decidió adoptarlos. Más tarde dieron la bienvenida a Shiloh, su primer hijo biológico, y a Pax, que también fue adoptado en Vietnam. Por último, se incorporaron a la familia, los mellizos Knox Leon y Vivienne Marcheline, que nacieron el 12 de julio de 2008. Lo cierto es que, tanto para Brad como para Angelina, sus hijos siempre han sido el motor de su vida, por eso, cuando se separaron decidieron priorizar su bienestar.
Angelina y Brad están muy pendientes de todos sus hijos, pero ahora más especialmente de los más pequeños, Knox y Vivienne, que están a punto de entrar en la adolescencia. Los mellizos son un calco exacto de su padre y de su madre, ya cuando eran pequeños apuntaban maneras; con la boca y los ojos de Angelina y el pelo de Brad. Ahora, ya han crecido y cambiado, pero siguen teniendo un físico aún infantil, propio de su edad. Lo mismo sucede con Shiloh, que también guarda gran parecido con sus hermanos y, por ende, con sus padres.
Tras el divorcio, tanto para Angelina como para Brad, fue difícil establecer cómo había que repartirse el cuidado de sus pequeños. Además, esto se sumó a la tensa relación que mantienen Maddox y Brad, que hizo que las cosas se complicaran un poco más. Aún así, parece que la expareja ha encontrado la estabilidad, en cuanto a la custodia de sus retoños y las relaciones se han calmado. Pero, ¿cómo han crecido los hijos de Angelina y Brad? ¿Cómo están los mellizos Knox y Vivienne?
Angelina y Brad se conocieron en el año 2005 cuando ambos grabaron Sr y Sra. Smith. Ya en la película se podía observar la buena conexión que había entre la pareja. Por aquella época Brad estaba casado con Jennifer Aniston y Angelina también tenía pareja, pero pronto el matrimonio de Brad y Jennifer llegó a su fin y el actor fue pillado junto a Angelina en una playa de Kenia, en compañía del hijo de esta. Fue en ese momento cuando se hizo pública su relación y cuando se les empezó a fotografiar haciendo vida juntos. En enero de 2006, Angelina confirmó en televisión que estaba embarazada de su primer hijo junto a Brad. Otra prueba más de que su relación iba progresando adecuadamente. En mayo de ese mismo año nació Shiloh en Namibia, ya que sus padres querían estar lo más alejados posible de los focos. Ahora, Shiloh ha comenzado un tratamiento hormonal y se ha sometido a una reasignación de género, identificándose con el masculino.
En el año 2007, Brad y Angelina decidieron adoptar a un niño, de tres años de edad, a quien llamaron Pax Thien y que había sido abandonado en un hospital de Vietnam. Fue en 2008 cuando Angelina confirmó que estaba embarazada de nuevo y que había recurrido a un tratamiento de fertilidad. Ese mismo año, Jolie dio a luz, en Francia, a los pequeños Knox Leon y Vivienne Marcheline.
La revista británica Hello! pagó a la pareja catorce millones de dólares por los derechos de las fotografías exclusivas de los pequeños. Los nombres elegidos por Angelina y Brad no son casuales. Marcheline se llamaba la madre de Angelina, que falleció debido a un cáncer. Y en el caso de Knox, su nombre proviene del abuelo paterno de su padre, Hal Know Hillhouse. Aunque mellizos, ambos tienen personalidades muy dispares. Vivienne recuerda más a Shiloh, en cuanto a la forma de vestir y el estilo, mientras que Knox es uno de los más reservados de la familia.
Sí que es cierto que tanto Angelina como Brad siempre han querido proteger a sus pequeños, aunque nunca se han escondido de las cámaras. Así, podemos ver a los mellizos siempre en compañía de su madre, con quien se pasean por las calles de Nueva York o van al supermercado. Ambos están bajo la custodia de Angelina, después de la separación de la pareja, que no fue nada fácil tampoco para sus hijos. Respecto a su educación, se sabe que los pequeños toman clases particulares sobre algunas materias y en idiomas. Aún así, en este aspecto, siguen teniendo la confidencialidad por bandera. Sus padres son conscientes de la importancia que tiene una buena educación en sus vidas, por eso, se esfuerzan en intentar darles la mejor posible.