Natalia Sánchez conoció la fama cuando era muy pequeña. La actriz interpretó, con tan solo trece años, uno de los papeles que le cambiaría su vida, la de una generación entera y por el que sería reconocida internacionalmente. Teté se convertía, así, en la pieza clave de una familia, Los Serrano, que marcaría un antes y un después en la televisión. Natalia formó parte del elenco hasta que finalizó la exitosa serie, en el año 2008. A partir de ese momento, la madrileña decidió seguir dedicándose a la interpretación, ya que se había convertido en uno de los principales pilares de su vida. Y, aunque no es un oficio fácil, debido a las escasas oportunidades laborales, lo cierto es que Natalia ha sabido mantenerse, durante años, en la pequeña pantalla.
Tras Los Serrano, la hemos podido ver en una infinidad de series y películas. Además, cómo la conocimos tan pequeña, hemos sido testigos de su evolución y de cómo ha madurado en los últimos años. Porque poco queda ya de esa Teté inocente y adolescente que mantenía un idilio con Guille y, ahora, la actriz ya ha formado una familia de la mano del actor Marc Clotet y de sus dos hijos, Lía y Neo. Además, la joven es muy activa a través de las redes sociales, y más concretamente su perfil de Instagram, donde comparte todas sus inquietudes y aficiones. Pero, ¿cómo ha cambiado Natalia en estos últimos años? ¿Cómo ha pasado de ser una niña a toda una madraza?
Natalia Sánchez nació hace 30 años en la ciudad de Madrid. A los trece años audicionó para un casting, motivada por su amor por la interpretación, para una nueva serie en televisión. Poco tiempo después acabó interpretando a Teté. Fue allí donde conoció a Víctor Elías, su pareja en la ficción, y con el que pasó siete años de su vida, al traspasar ese amor la pantalla. Natalia formó parte de Los Serrano durante las ocho temporadas de la serie, que finalizó en el año 2008. Por aquel entonces, podíamos ver a una Natalia muy niña, con un pelo muy largo y un pequeño flequillo retirado a los dos lados de la cara. También, pudimos verla con flequillo sobre la frente, cortado de forma asimétrica.
Ya en el año 2005 decidió seguir con su larga melena, pero se hizo la raya a un lado de la cabeza. Para el final de la serie ya pudimos observar a una Natalia Sánchez que se había convertido en toda una adolescente. Por eso, sus facciones habían cambiado y había dejado atrás esa cara de inocente y de niña que tanto le había acompañado. Ahora, podíamos verla en escena con más carácter y con un corte de pelo acorde con su edad. Por eso, era normal que apareciera con distintos recogidos y con un estilo más informal. Aparte de dedicarse a la interpretación, la otra pasión de la madrileña era la música. Por eso, en el año 2005 decidió crear Santa Justa Klan (SJK), junto a Víctor Elías, Adrián Rodríguez y Andrés de la Cruz, ‘Boliche’. Lo cierto es que esta incursión musical fue todo un éxito y, durante ese verano, sus temazos sonaron por toda España.
Con SJK, Natalia realizó giras internacionales y nacionales, llegando a llenar estadios como La cubierta de Leganés, en Madrid, y el Palau Sant Jordi, en la ciudad condal. Además, esto le permitió a la joven aprender a tocar el piano, el clarinete, el saxofón, el corno inglés, el fagot y el violín. A pesar de su buen hacer en esto de la música, Natalia siguió decantándose por la interpretación y, a los pocos años, el grupo se disolvió. En el año 2010, Natalia participó en la serie Acusados, interpretando a la hija de la protagonista, y en La ira, junto a grandes actores como Marián Álvarez, Patricia Vico, Ángel Pardo y Tamar Novas. En ese momento, ya pudimos ver a una Natalia convertida en adulta, con un pelo increíblemente largo que coronaba con unas pequeñas mechas rubias.
Fue en el año 2001, cuando la joven debutó en el cine, gracias al largometraje Clara y Elena. Luego, en la primavera de 2006 rodó junto a Geraldine Chaplin, Los Totenwackers, un largometraje que pretendía ser la primera parte de una trilogía sobre el más allá. Y, además del cine y la televisión, también hemos podido ver a Natalia subida a un escenario y protagonizando distintas obras teatrales junto a Maribel Verdú o Fernando Guillén Cuervo. Tras romper su relación en el año 2012 con Víctor Elías, comenzó a salir con Iago Fernández, aunque la relación duró tan solo un año. Ese mismo verano pudimos ver a una morenísima Natalia Sánchez paseándose por distintos photocalls, como los de la Starlite de Marbella.
Dos años más tarde conocería al que sería el amor de su vida, Marc Clotet. El también actor se había casado con Ana de Armas, pero ambos habían tomado caminos por separado poco tiempo después. A Natalia y a Marc se les pudo ver muy acaramelados por distintas playas de la costa española, donde confirmaron su amor. Ambos se habían enamorado en la obra teatral Amantes, donde actuaban. En agosto del 2018, la pareja anunció que estaba esperando su primera hija. La pequeña Lía nació, de forma prematura, el 8 de enero del 2019. Fue en diciembre de ese mismo año cuando Natalia y Marc confirmaron que estaban esperando su segundo retoño. Neo vino al mundo el pasado 19 de mayo, en Barcelona, en plena pandemia por el coronavirus. Ahora, Natalia se ha convertido en toda una madraza, que cuenta los pros y los contras y visibiliza la parte más dura de la maternidad, a través de su perfil de Instagram.