La 93ª ceremonia de los Premios Oscar tendrá lugar el próximo domingo 25 de abril. Se trata de uno de los eventos cinematográficos más esperados del año y, por eso, todas las miradas están puestas en cómo se desarrollará la celebración. Con la llegada de una pandemia a nuestras vidas, todos los grandes eventos han tenido que cambiar su organización y atenerse a las distintas directrices sobre seguridad y salud.
Por eso, estos Oscar no serán iguales que los que se celebraron en años anteriores. Aunque eso sí, el foco estará puesta en las películas y en los actores y actrices nominados. Lo cierto es que conseguir la estatuilla hará que sus vidas cambien para siempre. De esta manera, los artistas logran un reconocimiento que hará que sigan desarrollando su carrera profesional y, sobre todo, que sigan por la senda de Hollywood.
Aunque muchas personas puedan pensar que también reciben una dotación económica, lo cierto es que el premio no conlleva ningún regalo monetario y, en el caso de que a alguno de los premiados se les pase por la cabeza, tampoco podrán vender la estatuilla. Cada ganador de un Oscar deberá firmar un documento en el que admite que la Academia tiene preferencia sobre las ventas de los premios y que el único precio que pagarán al comprarlo es de, tan solo, diez dólares.
Por tanto, aquellos que piensan que llevarse el premio a casa involucra una dotación económica están muy equivocados. Para fabricar la estatuilla, la Academia se gasta entre 500 y 900 dólares, dependiendo del oro en ese momento, y, por tanto, si algún actor quisiera venderla, solamente se podría llevar esos diez dólares estipulados por contrato. Eso sí, su precio en el mercado es mucho mayor.
Lo que sí es cierto es que, aunque el premiado no se lleve una retribución económica directa, sí que lo hará de forma indirecta. Alzarse con una estatuilla puede derivarse en un aumento salarial de alrededor el 20 por ciento para su próximo proyecto cinematográfico.
Este aumento lleva implícita la brecha salarial, algo que también sufre el mundo del cine y, más concretamente, Hollywood. Y es que se estima que los ganadores masculinos se pueden llevar casi cerca de los cuatro millones de dólares, mientras que las mujeres tan solo pueden esperar una bonificación de 500.000 dólares.
Así, ganar un Oscar no proporcionará al actor ninguna retribución directa, pero sí que le hará que se le abran las puertas para futuros proyectos. Además, se trata de un importante reconocimiento a nivel mundial.
Este año, la película que más nominaciones ha obtenido ha sido Mank y, también, se han alzado como favoritas Nomadland y El juicio de los 7 de Chicago. Los nominados fueron anunciados hace ya meses por Priyanka Chopra y Nick Jonas quienes, desde la ciudad de Londres, leyeron uno a uno los candidatos y las películas que podrán alzarse con la estatuilla el próximo mes de abril.
Estos Oscar harán historia, y no solamente porque se celebrarán en medio de una pandemia, sino porque Viola Davis se ha convertido en la actriz negra más nominada de la historia. Además, competirá con Adra Day, convirtiéndose, ambas, en la primera vez en la que dos mujeres negras aparecen en esta categoría. También, por primera vez en toda la historia de los premios del cine, dos directoras competirán por el premio a la Mejor Dirección. Ellas son Chloé Zhao y Esmerald Fennell, por Nomadland y Promising Young Woman, respetivamente.
Antonhy Hopkins ha conseguido alzarse como la persona más longeva que está nominada a un Oscar. El actor está nominado en la categoría de Mejor Actor por su papel en The Father. El anterior nominado más mayor había sido Richard Farnsworth, con 79 años. Eso sí, este año habrá poca representación hispana en Oscar, ya que el cortometraje en inglés dirigido por Pedro Almodóvar no ha logrado ninguna nominación. Tampoco habrá representación hispana en la categoría de Mejor Película Internacional, aunque sí están nominados dos españoles en la categoría de Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Especiales.