Si hubo un actor conocido en los años 90 fue Carmelo Gómez. Encarnó, durante muchos años, el modelo de intérprete perfecto, ganando mucho éxito y, sobre todo, haciendo que su nombre fuera reconocido por todos. Pero, ¿qué ha sido de él?
Carmelo nació en un pueblo de León y trabajó junto a su padre hasta que tuvo el dinero suficiente para irse de allí. Con sus primeros ahorros se mudó a Salamanca, donde ya comenzó a trabajar en una compañía teatral. Así, su mejor papel lo consiguió en el grupo de teatro Garufa en la obra de La Regenta, dirigida por José Antonio Sayagués. Una vez que Salamanca se le hizo pequeña decidió trasladarse a la capital de España.
En Madrid ingresó en la Escuela de Arte Dramático y, al poco tiempo, fue admitido en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Tras esto, realizó distintas apariciones cinematográficas como El viaje a ninguna parte o Bajarse al moro, de Fernando Colomo. En 1992 comenzó a trabajar con el director Julio Médem, que le convirtió en uno de sus actores favoritos. Por eso, trabajó con él en varios largometrajes como Vacas, La ardilla roja y Tierra.
Tras sus buenos trabajos, Carmelo logró varios premios. Entre ellos, un Premio Ondas, un Fotograma de Plata y un Premio Goya. En 1994 llegó al mundo su hija Laura, lo que hizo que dejara su carrera más de lado. Aún así, era muy normal ver a Carmelo en la mayoría de películas que se estrenaban y, también, triunfaba en el teatro.
Uno de sus momentos más complicados fue su retirada de la gran pantalla. No lo hizo de forma radical, sino que lo hizo paulatinamente. Aunque durante los 90 y los 2000 fue un rostro de lo más cotizado, lo cierto es que desde hace unos años su presencia fue desapareciendo de la televisión. Así, en el año 2015 afirmó que el cine “le había abandonado”. Es por eso que decidió seguir su camino por el mundo del teatro.
Carmelo nunca explicó el por qué de ese ‘divorcio’ y probablemente él tampoco lo sabe. Según ha comentado, en diversas ocasiones, parece ser que sus ideales no casaron bien con el gobierno de la época. Carmelo se mostró en contra de la intervención militar española en Irak en el año 2003. Además, también ha contado alguna vez que considera que el no haberse posicionado políticamente no le ha ayudado.
A pesar de dejar de lado el mundo del cine a Carmelo le ha ido muy bien sobre las tablas. Desde hace tres años representa la obra Todas las noches de un día Luis Luque. Y parece ser que está muy feliz en ese mundillo.
De su vida privada tampoco hemos podido saber mucho. Como ya hemos dicho, en 1994 tuvo a su única hija con la bailarina Esperanza de la Vega. Más tarde, se separaron y él rehízo su vida, pero siempre se ha mantenido muy receloso de esa parcela de su vida que intenta, con éxito, que no se muestre al público.