Si hablamos de Verano Azul, probablemente el primer nombre que nos venga a la cabeza sea el de ‘Piraña’. Ese joven travieso encandiló a todo el público, haciendo que se convirtiera en uno de los actores más conocidos y queridos del país. Un hecho que, como no podía ser de otra manera, marcó la infancia del actor, Miguel Ángel Valero.
La fama le llegó a Miguel Ángel cuando solamente tenía once años, después de que Antonio Mercero le seleccionara personalmente para interpretar el papel de Piraña en la serie que marcaría un antes y un después en millones de jóvenes durante los años ochenta: Verano Azul.
El joven fue seleccionado cuando tan solo contaba con ocho años y fue después de que la panadera del supermercado de su barrio, que trabajaba en publicidad, le propusiera a la madre de Miguel Ángel que presentara a su hijo para el casting. Antonio Mercero, el director, no tuvo dudas y supo, rápidamente, que Miguel Ángel encajaba perfectamente en el perfil que estaban buscando.
Tras la grabación de la serie, se emparejó, musicalmente, con Miguel Joven, el niño que interpretaba a Tito en la serie. Ambos formaron el dúo Los Pirañas y juntos grabaron el disco Comer, comer. También, participaron en varias películas, convirtiéndose en promesas infantiles.
Entrados ya los años 80, Miguel Ángel decidió alejarse del mundo de la interpretación. Así, se centró en sus estudios de Ingeniería de Telecomunicación y, posteriormente, realizó un doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid.
Miguel Ángel se ha dedicado durante años a la docencia universitaria y la investigación. Además, ha trabajado en Guatemala y ha participado como patrono de la Fundación Tecnología Social (FTS). A pesar de que fue hace mucho cuando decidió separarse del camino de la interpretación, esto no ha impedido que haga acto de presencia en algunos programas especiales de televisión o radio recordando su papel como 'Piraña'.
Además, Miguel Ángel se convirtió en uno de los fichajes más mediáticos del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. El exactor se incorporó como director de la Oficina de Accesibilidad en enero de 2020, aunque poco tiempo después decidió decir ‘adiós’ a este nuevo empleo. Así, tras una meditada decisión personal, decidió volver a su cargo como profesor en la Universidad Politécnica.