El nervio de una alfombra roja es lo que tiene. Que pueden pasar cosas como la de esta 95ª edición de los Premios Oscar. Entre tanto fotógrafo, tanta superestrella, tanta prisa por el inminente inicio de la gala, una aparatosa caída ha eclipsado, aunque sea por unos segundos, los espectaculares estilismos que han llevado nominados e invitados a la entrega de galardones más importante del año.
Lady Gaga, cuya presencia no estaba confirmada hasta que ha bajado de su limusina para posar en la entrada del mítico Dolby Theatre de Los Angeles, estaba acaparando todos los flashes de la prensa acreditada. El rodaje de la secuela del 'Joker', esa en la que dará vida a Harley Quinn, parecía que iba a impedir que los Oscar contasen en esta edición con su presencia. Pero estar nominada en la categoría de Mejor canción original por 'Hold my hand', parte de la banda sonora de 'Top Gun: Maverick', la ha animado a reorganizar su agenda.
Una asistente sorpresa que ha provocado tal fervor entre la prensa que uno de los fotógrafos que trataban de inmortalizarla desfilando por esa alfombra champán se caiga de espaldas. Un leve accidente al que la artista ha reaccionado de inmediato, retrocediendo y corriendo hacia donde se encontraba el periodista gráfico para socorrerle. Por suerte ahí estaban los compañeros del mismo para grabarlo todo y hacer de este uno de los momentazos de la noche.
Con Rihanna como gran favorita de su categoría (y una de las cantantes que actuará en directo durante la ceremonia), los tabloides ya habían tratado de rivalizarlas sin más dato que el ego de estos dos tótems de la industria musical. Un tema de conversación en Twitter que, más allá de este gesto por el que muchos, 'sin exagerar', la han calificado como "la mejor persona del mundo", ha competido en comentarios con su vestido.
Un Versace negro con transparencias compuesto por un corsé y una amplia falda sujeta por un prendedor que vimos hace apenas unas semanas en el desfile de la firma en la Paris Fashion Week. En ese momento, en esta presentación de la colección Otoño-Invierno 2023 que preside Donatella, la encargada de lucirlo fue Gigi Hadid. Como complemento, más allá de sus labios carmín, su ahumado en los ojos y su recogido efecto wet, las joyas, concretamente su collar, brazalete y aretes, hacen del de Lady Gaga uno de los looks más redondos de la noche.
Un look que nada tuvo que ver con el que mostró minutos más tarde, cuando le tocó interpretar en directo esa canción que le ha dejado a las puertas de ganar su segundo Oscar y con la que competía contra Rihanna, que también nos regaló otro de los momentazos de la noche.