Se suele decir que, en los Premios Oscar, ganan aquellas candidaturas que mejor construyen una narrativa que pueda convencer a los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidenses. La historia que venden los equipos de marketing que hay detrás de las potentes y costosas campañas al Oscar es clave a la hora de decidir el voto y poder alzarse con la estatuilla. Y si ha habido una narrativa irresistible en la presente edición de los galardones del cine americano, esa es la de Ke Huy Quan, Oscar al Mejor actor de reparto por su papel en 'Todo a la vez en todas partes'.
La cinta que firmado Dan Kwan y Daniel Scheinert (los Daniels) ha tenido un espectacular rendimiento durante la presente temporada de premios. Esta historia sobre una familia de inmigrantes chinos en Estados Unidos que explora las infinitas posibilidades del multiverso mezcla géneros, estilos y recursos narrativos, personajes, tramas y universos, y se ha convertido en un auténtico fenómeno en la taquilla americana y entre la prensa especializada. Un éxito que se ha visto reflejado en las once nominaciones a los Oscar, incluida la de Mejor película.
El reparto es uno de los muchos puntos fuertes del filme. Michelle Yeoh, mítica heroína del cine de acción, interpreta el papel protagonista, muy aplaudido. Pero está rodeada de importantes nombres, como el de Jamie Lee Curtis, que ha obtenido la primera nominación al Oscar de su carrera por un papel secundario, pero totalmente icónico. A ellas se une Stephanie Hsu, uno de los nombres revelación de la temporada, y Ke Huy Quan, que ha arrasado en Hollywood con el entrañable papel de marido de Yeoh.
La del actor vietnamita es una trayectoria que tiene todos los mimbres para entusiasmar a la Academia de Hollywood, muy aficionada a las historias de superación, y a los regresos al mundo de la farándula por todo lo alto. La resurrección de Quan entra en ese selecto grupo: el intérprete tiene un importante pasado en el séptimo arte: niño prodigio que trabajó en algunas películas míticas, la falta de oportunidades le alejó del mundillo durante décadas hasta que finalmente ha vuelto por todo lo alto.
Algunos reconocerán al actor asiático por dar vida a Tapón en 'Indiana Jones y el templo maldito', de Steven Spielberg. Un título que es auténtica historia de cine, y que vino seguido de otro personaje estelar: el de Data, el niño de los inventos, en 'Los Goonies'. En ambas trabajó, en la segunda mitad de la década de los 80, con menos de quince años. A estas dos interpretaciones míticas se sumaron otros papeles en películas y series posteriormente. A mediados de los 90, su trayectoria se para en seco.
El motivo tuvo que ver, como él ha relatado posteriormente, con una mezcla entre falta de oportunidades, discriminación y el matiz claramente tópico de la mayoría de papeles que le ofrecían. Quan, que habla cuatro idiomas, se graduó en artes cinematográficas, estudió taekwondo y comenzó a trabajar como coreógrafo en escenas de acción de películas como 'X-Men', y como ayudante de dirección.
Fue Dan Kwan, uno de los directores de 'Todo a la vez en todas partes', quien le contactó vía Twitter para ofrecerle el papel que tantas alegrías le está generando: unos sesenta premios de las asocaciones de críticos de cine estadounidense, a los que se sumaron el Globo de Oro, el Critics' Choice Awards o el Independent Spirit Awards. Una vuelta a la rueda de galardones, eventos y exposición pública que le ha permitido, por ejemplo, reunirse con Spielberg tres décadas después de que le dirigiese cuando era un niño.
"Me criaron para que nunca olvidara de dónde vengo, y para recordar siempre quién me dio mi primera oportunidad. Estoy muy feliz de ver a Steven Spielberg aquí esta noche. Gracias, Steven", dijo, emocionado, al recibir el Globo de Oro. A lo largo de la presente temporadas de premios, el actor ha confirmado en varias ocasiones que se encuentra "sobrepasado por las emociones".