La gala del MET es uno de los eventos con más glamur del año y su alfombra roja un espectacular desfile de alta costura. Este año el tema de la exposición será “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion” (Bellas durmientes: el despertar de la moda), que se inspira en la obra del escritor J.G. Ballard sobre el carácter efímero de la belleza y para el código de vestimenta de la noche hay que inspirarse en ‘The Garden of time' (El jardín del tiempo), un tema que, según explicaba Andrew Bolton “es básicamente una oda a la naturaleza”.
Cada año, desde aquella primera edición que se celebró en 1948, se repite la misma dinámica y es que los invitados y los diseñadores que eligen interpretan de manera libre el ‘dress code’ que marca la etiqueta de la alfombra roja, lo que no ha impedido disfrutar de vestidos impresionantes en otras ediciones de la MET Gala y que, sin duda, este año volverán a desfilar por su alfombra roja.
En la gala de 2023, cuyo código de vestimenta debía ser ‘en honor a Karl’, la aparición de Rihanna en la gala acaparó todas las miradas. La cantante, que llegó tras el cierre oficial de la alfombra roja, eligió un vestido blanco de Valentino alta costura que evidenciaba su embarazo, cubierta con una capa ‘cocoon’ adornada con 30 camelias gigantes y unos mitones blancos que inevitablemente recordaban a los que durante años usó el diseñador alemán.
Uno de los vestidos inolvidables de la gala celebrada en 2022 lo llevó Blake Lively, que ese año era una de las anfitrionas. El modelo que eligió fue un diseño de Versace que, en mitad de la escalera se convirtió en otra pieza completamente diferente.
Respetando el ‘dress code’ de la gala, ‘Gilded Glamour’, la actriz llegó con un vestido bustier bordado con pedrería y con una sobrefalda de color cobre anudada con una lazada en la cadera, que al soltarla se convirtió en una sobrefalda con cola azul cielo con destellos de color cobre.
La edición de 2021 se celebró en septiembre y la exposición compartía tema con la que de 2022. Fue una gala especial, con la pandemia sobrevolando aún en las cabezas de todo el mundo, y a pesar de que no fue una de las alfombras rojas más espectaculares que se recuerdan, posiblemente por su extravagancia destacó la imagen de Imán. El 'dress code' de la noche era ‘American Independence’ y la modelo eligió al diseñador Harris Reed para la creación del modelo que lució para la última gala MET a la que ha acudido, una pieza compuesta por un bustier y un pantalón acampanado en tejido brocado dorado, con un cancán de plumas superpuesto que coordó con su tocado.
En 2019, bajo el título 'Camp: Notes on Fashion', hubo muchas estrellas que podrían disputarse el título de mejor look de la noche, pero sin duda el más impresionante fue el de Lady Gaga.
Un séquito presidido por el diseñador Brandon Maxwell y jaleado por la cantante creó una performance que comenzó con Lady Gaga vestida con una enorme capa de color fucsia que fue despojándose una a una de diferentes capas de ropa pasando de un vestido negro con falda volumen, a un modelo lencero fucsia para terminar por quedarse en ropa interior.
En 2018, la temática ‘Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination’ pronosticaba polémica y fueron muchos los looks que levantaron grandes críticas. Uno de ellos fue el de Rihanna, con un Maison Margiela diseñado por John Galliano tan halagado como criticado y no por el modelo en sí, que consistía en un vestido bustier con capa bordado de perlas, sino porque su tocado, inspirado en una mitra pontifical, la convertía en la “papisa” de la noche.
También en esta edición hay que destacar el look de Zendaya, que optaba por un outfit que escapaba del incontable número de cruces, ángeles y demonios. La actriz se salió del guion con ayuda de Versace, que la transformó en una renovada Juana de Arco, con armadura con cota de malla y falda de cola.
No es solo que tengamos debilidad por Rihanna, pero es que es una de las que más se curra los looks que luce en la alfombra roja de la gala. En 2017, con la temática “Rei Kawakubo/Comme des Garçons: Art of the In-Between”, hubo dos tendencias: el grupo de las raras y el de las sexis. Rihanna optó por fusionar ambos conceptos en un modelo de Commes des Garçons, un vestido de volantes creados con pétalos.
La gala de 2016 tenía como código de vestimenta ‘Manus x Machina: La Moda en la Era de la Tecnología’ y aunque a simple vista el modelo de Zac Posen elegido por Claire Danes parezca un simple vestido tipo princesa de escote bustier y falda con mucho volumen, guardaba un secreto que desveló en la oscuridad.
La pieza estaba confeccionada en organza de un color azul muy suave que estaba tratada con una tecnología especial, un mecanismo de fibra óptica que le permitía brillar en la oscuridad.
No cumplió con el código de vestimenta de la noche, que en 2015 era ‘Chinese Whispers: Tales of the East in Art, Film and Fashion’, pero no fue la única y lo cierto es que Beyoncé, con este vestido de Givenchy semitransparente bordado con pedrería, no solo dejó huella, sino que se anticipó a los numerosos vestidos semitransparentes que a lo largo de los años han desfilado por la alfombra roja del MET.
No nos hemos olvidado la gala de 2014, pero como hubo poco modelazo, nos la saltamos y nos vamos a la de 2013 en la que el tema de la noche era 'Punk: Chaos to Couture'. En esa alfombra roja brilló el look que eligió Sarah Jessica Parker que optó por un modelo de Giles Deacon, un vestido de estampado caótico que combinó con botas tartán a medio muslo de Christian Louboutin y la inconfundible cresta punky creada por Philip Treacy.
La gala de 2012 no lo puso demasiado difícil, el tema era ‘Schiaparelli and Prada: Impossible Conversations’ y en este amplio abanico cabe casi todo. Hoy sería mucho más sencillo vestir para la ocasión con Schiaparelli desfilando en las semanas de la alta costura, pero entonces quien se llevó el oro fue la anfitriona, Anna Wintour, con una réplica creada por Miuccia Prada del vestido langosta creado por Schiaparelli y Dalí en 1937.