¿Cuál es la regla principal para crear un ‘vision board’?

Un vision board es una representación visual (física o digital) de todas esas cosas que quieres conseguir, vivir, sentir, a lo largo de un plazo de tiempo concreto. Lo más habitual es hacerlo cuando comienza el año, una suerte de tablero de propósitos, eso sí, cada cual empieza el año cuando quiere, porque si para muchos esta fecha es en enero, otros prefiero escoger septiembre. 

Lo cierto es que se pueden hacer este tipo de tableros en cualquier momento, no es necesario esperar a una fecha concreta, solo tener claro qué queremos conseguir, como lo podemos visualizar y comenzar a crear este collage con el que manifestarlo. 

Cuál es la regla principal para crear un ‘vision board’

Igual que no existe una única forma de crear un vision board, cada persona tiene que encontrar la suya, la que más le inspire, tampoco existe una regla principal para ello, salvo, tal vez, tener muy claro qué objetivos y metas queremos conseguir. Esto que parece sencillo, en realidad no lo es tanto. 

Definir con claridad y precisión los objetivos que queremos conseguir es esencial, porque nos ayuda a tener claro el camino a seguir para lograrlo. Deben ser objetivos concretos, porque de otro modo las cosas se complican, por ejemplo, si el objetivo que quieres lograr es reducir tu impacto medioambiental, será más sencillo lograrlo si se establece una forma tangible de conseguirlo. 

Esto requiere un tiempo de reflexión, pensar con calma en los objetivos que consideramos que cambiarían nuestra vida a mejor, que nos ayudarían a sentirnos más satisfechos con nosotros mismos, realizados. Por eso esta parte introspectiva y de reflexión podría considerarse una de las partes más importantes y en ella tenemos que ser lo más sinceros con nosotros mismos posible

Una vez que se tienen claros los objetivos a lograr (que pueden clasificarse en diferentes aspectos de la vida, como laboral y familiar, por ejemplo), es el momento de representarlos físicamente sobre un tablero. Esta es la parte más creativa y en realidad se podría asemejar a realizar un collage explicativo. Se pueden incluir fotografías, frases que nos inspiren o cualquier cosa que nos ayude a visualizar esos objetivos. 

Es importante, una vez terminado, colocarlo en un lugar que sea visible, que nos recuerde cada día que tenemos un objetivo por cumplir y que sabemos cómo lograrlo, aunque lleve tiempo. También es una estupenda idea mantenerlo actualizado con nuestros logros, también ser conscientes de que los objetivos pueden cambiar. 

No es buena idea obsesionarse con algo, si en el proceso de conseguirlo no nos aporta esa felicidad, bienestar o satisfacción que pensábamos que lograríamos, hay ocasiones en las que es mejor saber dejar ir y marcarse nuevos objetivos. Al fin y al cabo, la vida es un aprendizaje y el propio camino puede mostrarnos nuevas ramificaciones que desconocíamos y que nos lleven a nuestro objetivo de una forma mejor. 

No obstante, este tipo de tableros es ideal, como hemos dicho, para metas concretas y que podemos conseguir a corto plazo, no es tanto marcar como objetivo la felicidad como, por ejemplo, lograr el dinero para hacer el viaje de nuestras vidas. 

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