Comer en verano tiene sus propias reglas. Una de ellas es olvidarnos de cocinar durante horas (no por pereza, sino por calor); otra es que los platos sean fresquitos por razones obvias; que se trate de recetas sabrosas, evidentemente; y por último, pero no menos importante, que sean nutritivas y saludables. Lograrlo y disfrutar comiendo a pesar de las altas temperaturas es posible si no te faltan las ideas, por eso te proponemos comidas frescas y españolas ideales para el verano. Algunas pueden ser un plato único y otras son perfectas para combinar en diferentes menús, ¡y todas ellas están deliciosas!
No podemos prescindir de esta receta sin la que el verano no es verano. Lo tiene todo y no podemos negarle su puesto de honor en esta lista. Es fresquito, nutritivo y ligero. además de que está riquísimo. Puedes prepararlo el día anterior y adaptar la receta tradicional a tu gusto: con pepino o sin él, con más o menos pimiento, ligero o espeso… A la hora de servirlo también puedes elegir si tomarlo en vaso o en un cuenco con guarnición. Y si no quieres ni prepararlo, hay muchas marcas comerciales que te ofrecen un gazpacho excelente.
Es otro de los platos estrella del verano, y más que rusa a día de hoy sentimos debilidad por esa forma que tienen de prepararla en Murcia y alrededores, que se ha extendido por todo el país. Si es casera perfecto, si se enfría durante varias horas en la nevera, mejor que mejor, y si utilizas una mayonesa comercial, mucho más seguro en los meses de verano. Volviendo a Murcia y su gastronomía, si quieres tomarla como ellos en forma de “marineras”, coloca la ensaladilla sobre una rosquilla de pan y, por último, añade una anchoa. Espectacular.
Hay tantas ensaladas camperas como personas que las cocinan, pero lo cierto es que la base es siempre la misma: patata cocida a la que se añade tomate, huevo duro, cebolleta, atún, pimiento y aceitunas. Es sin duda una comida completa, pero resulta ligera y está riquísima. Como ya sabes, para que esté fresquita debe pasar unas horas en la nevera, pero a la hora de hacerla hay un truco esencial: mezclar la patata cocida con el resto de ingredientes cuando aún está caliente para que coja el máximo de sabor. En cuanto al aliño, el básico es aceite de oliva virgen y sal, pero puedes añadir vinagre de Jerez, pimienta y limón.
No nos habíamos olvidado de él, ni mucho menos. Es un plato más contundente que su primo hermano el gazpacho, y en su día Ferran Adrià dijo que era “la mejor crema fría del mundo”. Aderezado con huevo duro y jamón serrano, es perfecto para reponernos de un día en la playa o la piscina, o afrontar la comida a pesar de las altas temperaturas. Al igual que ocurre con el gazpacho, puedes hacerlo en casa y personalizarlo a tu gusto, o recurrir a uno de los que ofrecen las marcas en el mercado.
Entre toda la variedad de pistos que puedes encontrar en nuestro país, sin duda el más popular es el manchego. Sabroso y vegetal 100%, es perfecto como guarnición y como primer plato (si le añades un huevo frito o jamón serrano). No hay una única forma de hacerlo, pero la base es de calabacín, tomate, cebolla, ajo y pimiento. Una vez hecho, puedes guardarlo en la nevera y disfrutarlo durante varios días.