Ni capuchino, ni cortado: así el 'flat white', el café de moda que adoran los cafeteros

Si has estado en Londres, seguro que has oído hablar o has probado el famoso flat white. O incluso, si has tenido la suerte de pisar Australia o Nueva Zelanda, países que reivindican su autoría, te habrán servido este tipo de café ya que es de las bebidas más servidas en estas islas. Por el contrario, si no tienes ni la más remota idea de qué se trata, pero no paras de verlo en las cafeterías de moda de tu ciudad, no te preocupes porque te vamos a contar qué es esta bebida tan amada por los cafeteros.  

El café de especialidad está es uno de sus mejores momentos en España: solo hay que pasearse por algunas ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, entre otras, para comprobar cómo no paran de abrir nuevas cafeterías que apuestan por servir este café “producido de forma artesanal y con una puntuación superior de 80 puntos sobre 100”, según describe la Asociación del Café de Especialidad.  

En el caso de Madrid o Barcelona, en algunas de estas cafeterías como Toma Café (calle de la Palma, en el barrio de malasaña), Syra Coffee (cuenta con locales en ambas ciudades) o Arya Café (C/ Luchana, 37. Barrio Chamberí) se puede comprar café en grano para hacerlo en casa, o incluso disfrutar de su sabor a través de distintas bebidas que llenan la carta de estos locales. En todas ellas se cuela el flat white entre los capuchinos, los lattes o los espressos, aunque quizás muchos clientes no sepan todavía qué es exactamente este tipo de bebida. ¿Es un capuchino? ¿Un café con leche? ¿Un latte?

¿Qué es el flat white

Su nacimiento se remonta a los años 80 aunque su origen exacto no se sabe a ciencia cierta (Australia y Nueva Zelanda se disputan su autoría desde hace años) y empezó a ganar popularidad cuando se expandió en Reino Unido y Estados Unidos.  

Se trata de una bebida de café con leche vaporizada cuya cremosidad es similar a la del capuchino, aunque se diferencia de él porque es más intenso en cuanto a sabor ya que combina dos shots de espresso (espresso doble de toda la vida, vaya) y unos 140-180 milímiteros de leche (que puede ser de origen vegetal o animal ¡al gusto!) coronadas por una fina capa de leche emulsionada.  

Entonces, si no es como un capuchino... ¿sería más parecido a un café con leche/latte? Pues sí, pero no, ya que también hay diferencias en cuanto al tamaño (el flate white es más pequeño), en la proporción de los ingredientes (se hace con leche vaporizada) y, además, también se caracteriza porque la espuma está ligada a la leche

Resumiendo: se trata de una especie de bebida “intermedia” entre el cortado y el latte, aunque con una fina capa de microespuma de leche. No obstante, y parafraseando a Samanta Villar en su famosísimo '21 días', como no es lo mismo contarlo que vivirlo, te invitamos a que lo pruebes para salir de dudas. Quién sabe, ¡quizás hayas encontrado tu nuevo café favorito!

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